Rogelio Guedea

¿Y cómo está la cultura en Colima?

Hace unos días me preguntó un querido amigo e indudablemente gran escritor cómo estaba la cultura en Colima, considerando que quería pasarse un año sabático aquí gozando de buenas exposiciones, ferias de libro sobresalientes, obras de teatro de resonancia internacional, actividades artísticas de primer nivel en danza y música, acceso a una nutrida y actualizada biblioteca estatal, etcétera.

Entonces yo, siempre optimista como soy, le dije que de eso que quería no teníamos nada pero que teníamos algo mucho mejor que eso y era, gran acontecimiento, que descubrieron al subsecretario de Cultura Emiliano Zizumbo metiéndose con una de sus subordinadas, casada y con hijos. Los audios que aparecieron en una página de Facebook y que fueron ampliamente difundidos, para después desaparecer y volver a las cloacas de la ignominia, nos revelaron a un subsecretario que bien podría haber ganado un premio al mejor subsecretario porno star del planeta, un verdadero latin lover de la trasnochada izquierda colimense, un garañón, sí, pero progresista.

Fue una cosa maravillosa escucharlo, seguramente en su silla cuatroteísta, hablando de manera denigrante y despectiva de la subordinada, quien parecía un trapo sucio para él. Un verdadero caso para Azucena la de Morena, a quien este escándalo la debe tener tan pasmadísima que ni siquiera le ha dado tiempo de utilizar su ChatGPT para hacer su consabido pronunciamiento en defensa de la agraviada mujer.

Oye, todo esto que me cuentas suena fascinante, me dijo mi colega escritor. Te lo estoy diciendo, le dije, y no es sólo fascinante sino hasta divertido, imagínate que me han dicho que esta serie tiene varias temporadas, así que los que quieren que renuncie el subsecretario nos quieren privar de verlas, qué carajos voy a hacer con tanta palomita que ya preparé para disfrutarlas. Qué cosa más maravillosa e inaudita, dijo mi colega y ultrapremiado escritor, advirtiéndome que haría inmediatamente maletas para venirse a pasar su año sabático en este nuestro paraíso cultural.