Los neoliberales de la 4T
Los implacables neoliberales de la 4T van a arrasar la laguna de Cuyutlán y la vida de su ecosistema. Destruirán el medio de trabajo de muchos pescadores y el de al menos 500 personas dedicadas a la obtención artesanal de sal natural.
Este modo de producción de sal data de las civilizaciones prehispánicas, cuando era un condimento para conservar alimentos y moneda de cambio. En el virreinato tuvo importancia para preservar carnes, procesar pieles y tratar la plata y para acuñar monedas. La de la sal es una cultura milenaria. Y la pesca es también una actividad de miles de años.
Construir el puerto Manzanillo 2 en la laguna de Cuyutlán destruirá el ecosistema del vaso lacustre, los manglares y la vida silvestre que ahí se sostiene: mamíferos, aves, reptiles, batracios, peces, microrganismos aún sin ser estudiados por completo. De paso, también se destruirá el paisaje y parte de la actividad agropecuaria del entorno.
Al gobierno de Claudia Sheinbaum le vale un cacahuate la destrucción de vida silvestre, de empleos, de cultura y tradiciones. El de Indira Vizcaíno se le ha sometido con entusiasmo, sea por ignorancia, convicción, miedo o conveniencia. A ella tampoco le importa el medio ambiente ni la suerte de quienes perderán sus fuentes de ingresos. Ellas van por la laguna y la ampliación del puerto aunque se tenga que dragar (excavar) permanentemente, por los siglos de los siglos, el vaso lacustre para darle profundidad tal que permita el atraque de los grandes barcos postpanamá.
Manzanillo 2 permitirá la salida y la llegada de millones de contenedores de carga en aras de los dioses del comercio mundial, de la globalización y de los negocios de importación y exportación de mercancías. Eso les parece suficiente a los gobiernos neoliberales de Claudia e Indira para arrasar medio ambiente, modos de vida y fauna y flora silvestres.
Con Manzanillo 2, el narcotráfico tendrá otro espacio para el trasiego de drogas y precursores químicos para la producción de estupefacientes, el fentanilo entre ellos. El narco debe de estar feliz con el nuevo puerto, un regalo para él.
Así que los neoliberales de la 4T, que han salido más bravos que los del salinismo, harán negocios en nombre de la patria y el progreso. Y luego, satisfechos hasta el eructo, brindarán por el desarrollo para después ponerse de nuevo la máscara de revolucionarios y predicar que ellos no son como los aquellos.
