Armando Martínez de la Rosa
** Republicanos reducen la tasa de 5 a 3.5 por ciento para aplacar a sus propios rebeldes en el Senado. ** Batallan por financiamiento del muro fronterizo con México.
Para ellos, los senadores republicanos de Estados Unidos, el asunto del impuesto que inventó Donald Trump a las remesas que los trabajadores extranjeros envían a sus países de origen, entre ellos México, India y China, era uno más y con poca importancia.
Rebeldes republicanos negociaron y bajaron de 5 a 3.5 por ciento el gravamen, que pasará luego a la Cámara de Representantes (diputados) a su aprobación final.
En 2024, México recibió remesas de trabajadores mexicanos en Estados Unidos por 62 mil 529 millones de dólares. Si hipotéticamente se hubiera aplicado el nuevo impuesto, el Departamento del Tesoro habría cobrado 2 mil 170 millones de dólares, esto es, unos 42 mil 11 millones de pesos mexicanos, aproximadamente 2 veces el presupuesto del estado de Colima para 2025.
Unos 4 millones y medio de familias mexicanas que reciben remesas de Estados Unidos, pronto se les reducirá en 3.5 por ciento el monto. Además de los receptores de dólares, el efecto lo resentirá la economía nacional en un momento en que la recesión asoma la cara y la inflación galopa.
Los republicanos, que son mayoría calificada en el Senado, pelearon por el presupuesto para la construcción de 3 mil 588 kilómetros de muro, cercas en ríos y otros obstáculos secundarios en la frontera con México para impedir el paso de migrantes.
Los demócratas lucharon por evitar recortes a los programas sociales y ni caso les hicieron los desatados republicanos.
Una “comisión legislativa” de senadores mexicanos, encabezada por la petista Geovanna Bañuelos, acudió a reuniones con legisladores republicanos y demócratas para convencerlos de no gravar las remesas. Y en el país donde el beisbol es el deporte nacional, a los legisladores mexicanos los batearon. Eso sí, se pasearon unos días a costa del atormentado presupuesto de austeridad franciscana.
Habrán de convencerse de que en Estados Unidos México no pesa políticamente más que una barrita de mantequilla.
(Foto: La senadora del PT, Geovanna Bañuelos, muy sonriente en el paseo a Washington, D.C, con todos los gastos pagados por el pueblo bueno y sabio, incluidos los migrantes. Al fondo, el Capitolio.)