** En Coquimatlán, podría suplente ocupar el cargo de alcalde que se encuentra preso.

Gustavo Alarcón Herrera asumió ayer el cargo de presidente municipal de Chilpancingo, capital de Guerrero, en sustitución del alcalde Alejandro Arcos Catalán, asesinado y decapitado el reciente 6 de octubre, cuando aún no cumplía una semana en funciones.

En acto en el Congreso del Estado, Alarcón Herrera rindió protesta para asumir la presidencia municipal, mientras en las calles ciudadanos se manifestaban por la justicia para el edil ejecutado y la paz en Guerrero.

El 27 de septiembre, también fue asesinado el capitán Ulises Hernández, quien debía asumir la Dirección de Seguridad Pública en el gobierno de Arcos Catalán.

En un programa de radio, Arcos Catalán solicitó protección a los gobiernos estatal y federal para él y la población.

Al alcalde lo mataron el pasado domingo, luego de una gira de trabajo por las zonas dañadas por el huracán John. También visitó Tepecochitlán, pueblo dominado por el grupo criminal Los Ardillos.

Por otra parte, en Colima, el alcalde electo de Coquimatlán, Carlos Chavira George, no podrá rendir protesta pues se encuentra preso bajo proceso penal por presunto abuso sexual, aunque no ha sido sentenciado.

En tal caso, procederá a instalarse el cabildo, que tendrá que llamar a Chavira George, y si no acude, como es previsible, designará alcalde a su suplente, Luis Gerardo García Olivares.

Hay, sin embargo, un problema en ese procedimiento: antes, ya habiendo protestado, el alcalde les deberá tomar protesta a los miembros del ayuntamiento.

Aunque es claro que quien deberá suplir al presidente municipal electo es su suplente. Si éste no se presenta, el Congreso del Estado podría nombrar un Consejo Municipal para gobernar en tanto se llama a elección extraordinaria.