Claudia Sheinbaum Pardo
A tres fuegos intentaba
Claudia Sheinbaum gobernar,
el de Donald y el de López
y el de la Parca infernal.
Por librarse del acoso,
tramó Claudia un negro plan,
díjole a Trump que Lopitos
aliado con la Huesuda
tramaba quitarle Texas,
California y Arizona
para dar tierras a Castro,
y al sátrapa de Maduro.
Y a la Parca le contó
que el KKas y el Donald juntos
huachicoleaban difuntos
para quitarle a la Flaca
el negocio de la muerte.
Mas la Calaca es muy lista,
el truco le descubrió,
y nomás por si las moscas
a los tres los arrastró
al fondo de los avernos
de donde ni uno salió.
INDIRA VIZCAÍNO SILVA
¡Ay, Indira!
¿A quién quieres engañar
con ese disfraz de santa?
Todos saben que te encanta
el negocio de apañar
de las arcas lo que puedas.
Reconozco bien tu ayuda,
contigo no faltan clientes
al consorcio de la muerte
que en Colima -¿mala suerte?-
se instaló cuando llegaste.
Pero ni así has de salvarte
pues transformaste a Colima
de Paraíso en Infierno
y pagarás tal pecado
ardiendo en el fuego eterno.
GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA
Ha quedado una osamenta
que nadie va a reclamar,
que la fueron a tirar
a la lava del volcán.
Le avisaron a la Parca
dónde estaba el Changoleón,
y ella cual digna monarca
respondió en este tenor:
Perdónenme, pero guácala,
no soy servicio de limpia,
y los restos de un pen…sante
a’i se los voy a dejar.
ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ
Mustio el hombre parecía
la pura verdad e inocente
y hasta la Parcas creía
que Adán es gente decente.
Vaya pifia de la Parca,
No sabía que al baquetón
le encantaba meter mano
en del gobierno las arcas.
Con su facha de vampiro
creyose monstruo inmortal,
era escrito su destino,
que le dieran como a Bucho,
recio, tupido y mucho.
En su tumba un epitafio
cuenta cómo era Augusto:
aquí yace necio y zafio,
ese que en el mundo ha sido
un bandido sin remedio.
ESTHER GUTIÉRREZ ANDRADE
Destinada la alcaldesa
a visitar el infierno
salvose por un pelito
ya la Parca iba por ella.
Precavida e informada,
la Calaca se contuvo,
dio tres pasos hacia atrás.
A la Villa no me adentro,
dijo la Flaca asustada,
porque ahí con la metralla
a la misma muerte matan.
De otra cosa murió Esther
y tampoco se salvó
de quemarse en el averno
con los diablos fuego eterno.
RIULT RIVERA GUTIÉRREZ
Se lo ha llevado la Parca
sin piedad ni compasión
a enterrarlo en un jardín
de los que Riult remozó.
Ni pienses que irás más lejos,
dijo la Flaca al alcalde,
que será tu sepultura
un bache de la ciudad.
Hay gemidos por las calles,
de luto todos aquí,
el epitafio dice así:
otro Colima por ti.
ANDRÉS M. LÓPEZ OBRADOR
Tú no quieres entender
que tu tiempo se acabó
y debieras ponerte en paz,
eres necio contumaz.
Así le habló la Huesuda
al farsante macuspano,
el dueño del huachicol
y mucho negocio insano.
La Parca que todo arrasa
lo colocó en un cajón
y hasta en su nueva carcasa
sigue hablando el muy… llorón.
DONALD TRUMP
Amaneció bravucón
Donald Trump un cierto día
y le aplicó a la Calaca
mil por ciento de aranceles.
La Huesuda se enojó
y tomó del cuello al gringo.
No vengas a mí con esas
nangueras que se te ocurren,
y se lo dijo de frente:
a mí me pelas los dientes.
Lo enterraron al mentado
Trump en cajón de madera
importada, y a pagar
-las paradojas son crueles-
muchos dólares de más
por los mugres aranceles.
VLADIMIR PUTIN
Por hacer la guerra a Ucrania
y muchos crímenes más
a Putin la Muerte dijo
ya estás peinado pa’ atrás.
Con su implacable guadaña
la Calaca lo atacó
sin darle tiempo a echar mano
de sus muchas artimañas.
En una tumba perdida
en afueras de Moscú
el epitafio de Putin
dice que sigues tú.
ROSA MARÍA BAYARDO
Se apareció la Pelona
a la alcaldesa porteña
para decirle que ahora
le toca pirar a ella.
No serás más presidenta,
candidata mucho menos,
harás tu nuevo gobierno
en las lumbres del averno.
OMAR GARCÍA HARFUCH
Lo fueron a rescatar
de las garras de la Parca
y al llegar a aquel lugar
Omar tenía a la Calaca
sometida y esposada.
Esto no te lo perdono,
le advirtió ella a García,
tú serás muy policía,
pero yo me cargo a todos.
Hoy todo México llora
la partida de García,
sí todos menos los narcos
y quienes los protegían.
CHRISTIAN TORRES ORTIZ
Lo perseguía la Calaca
sin que pudiera alcanzarlo.
Qué recio corre este vale,
se quejaba la Huesuda,
será de tantas carreras,
será que se entrena mucho.
Al destino nadie escapa
y así le pasó al Rector,
por descuido se durmió
frente al mar bajo palapas
ahí le llegó la Parca
y a la tumba lo llevó.
Por consuelo ella le dijo:
puedes ser gobernador
en tierras del más allá,
tierras de paz y silencio,
te irá mejor que si hubieras
a Colima gobernado.
JUAN PUEBLO
Entre balazos, violencia,
extorsiones y secuestros
vivía el pobre Juan Pueblo
echando madres, denuestos
a tanto inútil gobierno.
Cuanto comes es muy caro,
cuanto ganas es poquito,
¿no te parece tan raro:
mientras a ti no te alcanza
políticos de comprar
no se hartan ni se hartarán?
Ya basta, dijo Juan Pueblo,
y le pidió a la Calaca
que lo llevara con ella
porque vivir en Colima
es más riesgo que en la guerra.
(Foto de Armando Martínez de la Rosa, zócalo de la Ciudad de México.)
