Armando Martínez de la Rosa
Señora Sheinbaum, mejor al norte
La Corona española le otorgó al Museo Nacional de Antropología de México el Premio Princesa de Asturias, un galardón de prestigio internacional. El motivo del reconocimiento es la labor de defensa y preservación del patrimonio cultural, en particular el patrimonio antropológico de la humanidad que desarrolla la institución museística.
Presa del demagógico y tontorrón discurso de su predecesor, la presidente Claudia Sheinbaum dijo, al referirse al premio, que a ver cuándo la Corona española se digna en ofrecer disculpas por la conquista. Habló con un fallido tono de ironía que, intentado en otras ocasiones por diversos motivos, no se le da a la presidenta.
Discurso gastado ese de la leyenda negra de la “conquista” de México [que se erigió en nación muchos siglos después, en 1821], y peormente aniquilado cuando Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés López, su asesora en el asuntillo ese de las “disculpas”, solicitó la nacionalidad española hace unas semanas.
Creo que en asuntos de agravios, reales o supuestos, el de la “conquista” se utiliza sólo para exacerbar la ignorancia “nacionalista” y ponerle lentejuelas al rostro del gobierno, que las necesita para siquiera brillar un poquito. Hay otros reales y más recientes, infligidos cuando el país México ya existía.
Si de veras son auténticos los afanes patrióticos de la señora Sheinbaum, habría que dejar de mirar a España y mejor volver la vista al norte, más cerca, a Estados Unidos.
Dado el caso, ahí sí hay reclamaciones históricas legítimas, reales, agravios gigantescos, ofensas cometidas por ambiciones viles. Me refiero al robo de una gran parte del territorio nacional por Estados Unidos. Los estados de Texas, Arizona, Nuevo México y California, que pertenecieron a la Nueva España y luego a México cuando nació como país, fueron anexados truculentamente a Estados Unidos.
Dado el arraigado nacionalismo de la presidenta -de origen extranjero, por cierto, que no es nada negativo de por sí- y su partido, ¿por qué no reclamar a Estados Unidos la devolución de esos extensos territorios? Se puede documentar histórica y legalmente el despojo y reclamar los derechos sobre ellos.
De ganar la querella, México recuperaría territorio extenso y riqueza abundante. ¿Por qué no inicia entonces el gobierno de Morena una batalla legal para que Estados Unidos nos regrese lo que se robó? Espero que el desdén por ese reclamo no lo origine el miedo a Washington. Anímense. Y dejen de perder el tiempo en pleititos y bravuconadas con quien ni siquiera voltea a verlos y por lo contrario les ha dado una bofetada con guante blanco al otorgar al Museo Nacional de Antropología el prestigioso galardón del Premio Princesa de Asturias.