Armando Martínez de la Rosa
Última oportunidad
Claudia Sheinbaum tiene ahora mismo la última oportunidad de romper sin violencia política los nexos con su nefasto predecesor y presunto guía, Andrés Manuel López Obrador, el jefe de la nueva mafia del poder.
La llegada, anoche, del capo Hernán Bermúdez Requena, líder del cártel La Barredora y exsecretario de Seguridad Pública del entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, acelera el capítulo que viene de la novela aún por escribirse y cuyo desenlace se desconoce, porque el líder verdadero del cártel, Andrés López, está empecinado en interferir al gobierno de Sheinbaum.
Adán Augusto, el que dice que desconocía las acciones de su cómplice Bermúdez, sabe con plena certeza que la acusación no surgió de los medios de comunicación, ni del gobierno federal, sino de los archivos del ejército mexicano y de los documentos del gobierno de Estados Unidos, garantía de sentencia.
Si Sheinbaum tira a Adán Augusto, el camino a justicia plena contra la banda tabasqueña quedará abierto y ella gobernará sin temer a los narcotabasqueños ni a las presiones de Estados Unidos.
Sólo así se liberará de las presiones, chantajes y extorsiones políticas de los bandidos macuspanos. De lo contrario, la panda de malandros del sureste la copará y a la primera oportunidad la echará del poder.
A Trump le quedan todavía más de 3 años de gobierno y puede ser un aliado o un enemigo de Sheinbaum. Ella debe decidir si negocia con Washington o se repecha con los tabasqueños, a quienes tiene hoy agarrados de las gónadas. Es su última oportunidad de asumir plenamente el poder presidencial. Ella decidirá. Poder que se comparte no es poder.