Armando Martínez de la Rosa

Despacho Político

En la vorágine que barrió a la oposición en Colima, hay algunos casos destacables de triunfos obtenidos a pesar de la adversidad, independientemente de las explicaciones que se den a la derrota del resto.

Los casos de Riult Rivera, la reelección de Lizzy Moreno y Tey Gutiérrez, Sofía Peralta, Carlos Chavira son llamativos por las circunstancias en que ocurrieron.

Entre todos, resalta el triunfo del candidato a la alcaldía de Colima, Riult Rivera Gutiérrez. Esta es la segunda elección consecutiva que gana a dos cargos diferentes. Postulado por el PAN, Riult fue electo diputado federal por el distrito 1, con cabecera en Colima, en 2021. Y lo hizo de manera holgada ante el aspirante de Morena y aliados, Vladimir Parra, a quien le sacó ventaja de unos 5 mil sufragios.

La elección por la que ayer recibió constancia de mayoría, la de la alcaldía de Colima, resultó mucho más difícil, por escabrosa, que la de hace 3 años. No sólo compitió contra Morena y el abrumador aparato gubernamental que cobijó en todo el país a los candidatos oficialistas, sino que tuvo en la contienda otra aspirante con cierta fortaleza, la emecista y expriista Margarita Moreno, quien finalmente cayó al tercer lugar víctima de sus propios errores políticos.

Para atraer votos a su candidatura, Rivera marcó una diferencia vital. Mientras Margarita Moreno y Azucena López se enfrentaban entre sí desdeñando al postulado por el PAN y el PRI, éste se dedicó a tareas electoralmente más productivas. Primero, cumplió la indispensable de recorrer el municipio “por tierra”, como suelen decir los políticos. Luego, supo aglutinar fuerzas políticas diversas a su campaña que le atrajeron votos, unos más y otros menos, que al final se sumaron a la cuenta del triunfo. Y acertó al presentar un programa de gobierno creíble al que añadió las demandas que le presentaron ciudadanos con quienes tuvo contacto directo.

Ajeno a las reyertas entre las candidatas competidoras, se plantó con seriedad y se refirió poco, apenas lo necesario, a la guerra sucia que en su contra emprendieron las adversarias, que no tuvo efecto. Y no lo tuvo precisamente porque supo colocarse por encima del pleito al que nunca se enganchó. Se constituyó en un fenómeno político eficiente, lejos de la estridencia y del lugar común de las campañas de siempre.

La parte débil de su campaña fue la difusión. Con un mejor equipo de propaganda, habría obtenido un margen de ventaja más holgado.

Riult sacó provecho de su personalidad de candidato serio pero no acartonado. Se le percibió franco, sincero y honesto en su intención. Generó confianza.

Con la victoria, tiene ahora la oportunidad de desarrollar un buen gobierno municipal, el de la capital del estado. Si trabaja bien y cumple, si aplica la inteligencia y el tesón, ganará más fuerza política y se colocará a las puertas de la candidatura a gobernador en 2027, dentro de 3 años con altas probabilidades de ganar. De él depende.