Armando Martínez Orozco
Los expertos en depresión, tratada como una enfermedad altamente corrosiva para la mente, aseguran cómo una tristeza profunda puede llevar a temas de autoconmiseración, culpa y pensamientos suicidas, lo cual es profundamente peligroso para el alma humana.
Si acaso por posibilidades genéticas, hay quienes son más susceptibles a los temas de la violencia, el abuso sexual o un asalto, otros simplemente superarán este asunto con resiliencia, lo cual sólo significa la capacidad de enfrentar los obstáculos más difíciles de la vida, como la pérdida de un ser querido, con pura fortaleza mental.
Con la segunda llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América, México, si no juega bien sus cartas políticas, podría verse sometido en un tris tras por el país vecino, considerando cuánta repulsión causa el comunismo a los estadounidenses y, sobre todas las cosas, el pensamiento de izquierda.
Esto podría ocasionar, ante el posible sometimiento de México a los mandatos de Trump, una profunda depresión y la alegría innegable de Trump, pues es de su menester despedir -lo aprendimos en The apprentice– a todo aquel que no se adapte a sus caprichos políticos.
Donald J. Trump en verdad no es un Hitler en potencia, pero sí es un hombre bastante complicado pero simplón, a quien le gusta hacer alarde de su poder, de su magnificencia, de su capacidad de convocar hasta a las masas a las cuales va a expulsar de los Estados Unidos.
Si el Gobierno de México asume abiertamente un pensamiento de izquierda, marxista-leninista, además de veladas alianzas con Rusia, Venezuela y Cuba, podríamos estar ante serios problemas bélicos.
Ahora, Trump debe entender que en México la lucha contra el narcotráfico no es un asunto sencillo, pues como lo hemos platicado antes, hay tantos carteles como escuelas mexicanas y dos son los dominantes.
Esta sensación de pérdida, de tristeza profunda, puede caer sobre los mexicanos si acaso a Trump se le ocurriera someternos política y militarmente.
Todo ello, psicológicamente hablando, nos llevaría a un innegable sentimiento de nostalgia por el corto período causado por el breve verano de la anarquía, dulce verano, vivido durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Por cierto, la izquierda mexicana adula mucho la literatura del famoso intelectual norteamericano Noam Chomsky, pero si se le lee con detenimiento, es el más bélico de los intelectuales internacionales, en sus libros refiere con egolatría cómo Estados Unidos es capaz de lanzar bombas mediante submarinos, tanques de guerra y misiles altamente sofisticados, eso es a final de cuentas Chomsky.
Pero, valga la reiteración, esta profunda tristeza, esta aguda depresión podría acontecer si a Trump se le ocurre de un plumazo someter a México y simplemente decirle a la presidenta Claudia Sheinbaum: “You’re fired” (Estás despedida).