Armando Martínez de la Rosa
** Responde Irán al ataque israelí y lanza decenas de misiles a la capital judía. ** Se disparan precios internacionales del petróleo.
Irán respondió ayer al ataque de Israel lanzado decenas de misiles a Tel Aviv, la capital judía, y Jerusalén. Varios impactaron en zonas residenciales.
Aviones de Israel atacaron la madrugada del viernes (aún jueves en América) Teherán, la capital iraní, bombardeando instalaciones militares y las plantas donde supuestamente el régimen islámico ha iniciado la fabricación de armamento nuclear. En el bombardeo murieron al menos 4 militares iraníes de alto nivel, entre ellos el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, que ayer mismo fue sustituido.
Ayer, Irán derribó un avión militar israelí en espacio aéreo iraní. La piloto se eyectó y al descender en paracaídas fue capturada por fuerzas islámicas.
“El régimen sionista no saldrá ileso de este crimen. La nación iraní debe tener la garantía de que nuestra respuesta no será a medias”, declaró el ayatola Jomenéi luego del bombardeo israelí. Antes, había amenazado diciendo que “se abrirán las puertas del infierno para Israel”.
La valla -kipá- de Israel que supuestamente garantizaba repeler cualquier ataque aéreo sobre Tel Aviv, que se había vuelto un mito, quedó evidenciada: muchos misiles cruzaron la barrera protectora. Se le llama kipá, en una metáfora de la gorra que cubre la tonsura de los fieles judíos en los oficios religiosos.
Igual que en otras guerras, las potencias que son las promotoras de las confrontaciones bélicas de otros países, llamaron a la paz, el diálogo y el fin de las hostilidades.
Sólo la egolatría de Donald Trump se desbocó y afirmó que las recientes conversaciones de desarme nuclear con Irán tuvieron el fin de distraer a Jomenéi antes del ataque de Israel y que en el ataque judío se usaron componentes bélicos de Estados Unidos.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, presidido por Rusia, se reunió ayer de emergencia, debatió, lanzó culpas a uno y otro bando, y no resolvió nada.
Igual que Estados Unidos, China y Rusia simulan mantenerse al margen de la guerra no obstante la revelación ególatra de Trump y de que, por el otro lado, China abasteció recientemente a Irán de 1000 toneladas de perclorato de sodio, sustancia fundamental para la fabricación de 800 misiles balísticos como los que lanzó Teherán ayer. De ese material, una parte ha sido entregada a grupos terroristas de Oriente Medio enemigos de Tel Aviv.
Por otra parte, al estallar la guerra, los precios internacionales del petróleo se han disparado y los de las gasolinas se elevarán en consecuencia. Las bolsas de valores de Europa tuvieron pérdidas de entre 1.54 y 2.36 por ciento en reacción por la guerra.
En Nueva York, el Dow Jones Industrial Average cayó 1.79%, S&P 500 decreció 1.13% y el NASDAQ Composite perdió 1.30% también por la guerra. El alza de combustibles de consumo popular como las gasolinas, el dísel y el gasavión se irán al alza en los días por venir, auguraron expertos.
(Foto: Misiles balísticos de Irán estallan en el centro de Tel Aviv y Jerusalén.)
