Carlos A. Arévalos
** Crónica del concierto del legendario ex Beatle en Monterrey.
Por segunda ocasión, tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Paul Mc Cartney, la primera vez fue en el 2012 en el estadio de las Chivas, en Zapopan, Jalisco, y ahora fue el viernes pasado 8 de noviembre, en el estadio de los Rayados de Monterrey, en Guadalupe, Nuevo León, donde el inglés se presento como parte de su tour 2024 “Got Back”, por diferentes países.
Desde niño me aficioné a los Beatles, el famoso cuarteto de Liverpool. En los 60 vi sus películas en blanco y negro en el desaparecido Cine Diana y cada vez que acudía al Salón Sport, un lugar que ofrecía diversión con mesas de futbolito y otros juegos sanos y que se encontraba en el Portal Morelos, frente al jardín Libertad, lo primero que hacía era dirigirme a la rocola y poner la canción “Debí conocerla mejor”.
Esa canción se hizo mi favorita luego de escucharla en una de las películas de los Beatles y me gustó, porque John Lennon con su armónica, además de cantar, le da un toque especial.
Tras desintegrarse el grupo y luego del asesinato de Lennon, seguí la carrera de Mc Cartney, comprando el estupendo disco, ya en DVD, de Paul con los Wings, que contenía una selección de canciones exitosas.
Años más tarde, empecé a comprar los DVD de los conciertos de Paul en diferentes lugares y el que más me agrada es el de su presentación en la Plaza Roja de Moscú, que vino a ser un documental porque en él se describe como los jóvenes rusos, en la época de los Beatles, ya que el gobierno de Rusia no les permitía visitar el país, se escondían para escuchar las canciones del cuarteto que transmitían en estaciones de radio de otros países, o compraban sus discos de acetato en el mercado negro.
Sin embargo, ahora son otros tiempos y en el concierto de la Plaza Roja, estuvo presente Vladimir Putin, quien seguramente hizo lo imposible para no expresar su entusiasmo, como lo hicieron los fans soviéticos, cuando acompañaron a Paul cantando y bailando Hey Jude.
¿QUÉ HA HABIDO RAZA?
La noche del viernes 8 de este mes, Paul abrió su presentación ante un estadio lleno en la Sultana del Norte, con la canción “La Noche de un Día Difícil”. En el escenario, Paul parece no tener 82 años de edad (nació el 18 de junio de 1942, según Wikipedia), se ve muy bien de salud, con buena condición física, se desplaza sin ningún problema por el escenario, sube a la tarima donde tiene su piano y pianola, mientras que en la parte de abajo, tiene el resto de los instrumentos que utiliza en el concierto como son el bajo, la guitarra eléctrica, la guitarra acústica, la mandolina y el ukelele.
“Hola México, buenas noches regios, ¿qué ha habido raza?”, saluda en español. Y la raza se prende, a grado tal que acompañaron con un monumental coro, cada una de las interpretaciones de McCartney.
Además de los cuatro músicos que desde hace años le acompañan en sus conciertos, como son los guitarristas Rusty Anderson y Brian Ray, el baterista Abe Laboriel Jr (sobrino de Johnny Laboriel, qepd) y el multinstrumentista Paul Wickens (toca los teclados, el acordeón, la armónica y percusiones), Paul agregó a un saxofonista, un trompetista y un trombonista, que con sus participaciones dan un toque diferente a las canciones.
Otra novedad fue cuando Paul dedicó la canción My Valentine a Nancy, “a mi hermosa esposa”, dijo en español, y se hizo acompañar en video, por Jonnhy Deep y Natalie Portman, que siguieron la letra de la canción con lenguaje de señas.
En el concierto, Paul alternó canciones de los Beatles y propias:
Lady Madonna, Jet, Something, Ob-la-di ob-la-da, Escape de la Banda, Get Back; y llegó una de las esperadas Let it be, para luego dar paso a la parafernalia con Vive y Deja Morir (que fue tema de una de las películas del 007) y en la que Paul acompaña la canción con pirotecnia, que ahora sólo se prendió en el escenario, con un gran estruendo que sorprendió a los presentes.
Vino el cierre con Hey Jude y aquello fue la locura, más cuando Paul pidió entonar el “na, nana nananana” por separado: primero los caballeros, luego las damas, después los de su lado derecho, después los del lado izquierdo y otra vez todos juntos.
Terminó la canción y se despidió. Pero el grito de “¡otra, otra!”, como es costumbre, lo hizo regresar y entró al escenario ondeando la bandera de México, mientras dos de sus acompañantes portaban uno la bandera de Reino Unido y otro la de la inclusión.
Durante el concierto hubo dos momentos en los que se refirió a los finados, John Lennon y George Harrrison.
A “mi compa John” (dijo en español) le dedicó “Here today” (Si estuvieras hoy aquí), que Paul le compuso tras su asesinato y “a mi carnal George” (también lo expresó en español) le cantó la de “Something” (Algo).
Durante el concierto Paul cantó “I’ve gota feeling” (Tengo un sentimiento), acompañado de un video en el que le acompaña John Lennon.
Asimismo, Mc Cartney interpretó la canción “Despite of all the dangers” (A pesar de todo el peligro), recordando que fue “la primera grabación que hice con mis amigos los Beatles”, se le escuchó en español.
El baterista Abe Laboriel Jr, tuvo su show propio, cuando Paul interpretaba “Dance Tonight” (Danza esta noche), se puso a bailar de una manera desinhibida, ante la algarabía de los asistentes, mientras le llegaba el turno de acompañar la canción con su instrumento.
Entre el público Paul vio a un par de jóvenes que portaban una cartulina con una leyenda en inglés, que ya traducida decía “Ayúdanos a casarnos”. La pareja fue invitada al escenario y ante Mc Cartney, el joven se hincó para pedirle matrimonio a su novia.
El concierto empezó a las 9:45 de la noche del viernes y terminó a las 0:20 del sábado y pese a la lluvia que se soltó hacia el final, los asistentes resistieron hasta que Paul y su grupo dejaron nuevamente el escenario.