Armando Martínez de la Rosa
** Las lluvias ligeras de anoche devolvieron frescura a una tierra ávida de agua.
Olió Colima a tierra mojada otra vez, anoche, después de meses y meses de sequía.
Tanto fue el tiempo sin lluvia que parecía que los colimenses hubiésemos olvidado el aroma revitalizante de la tierra humedecida por el cielo. Ávida de agua esta tierra nuestra, se refresco un poquito.
Alvin, que así se le ha nombrado al primer ciclón de la temporada, se viene acercando a la costa de Colima. Las bandas de nubes que hacen circular sus vientos han dejado ya las primeras rachitas de lluvia.
Todavía tímidas, las gotas nocturnas sonaron con leves chasquidos al encontrarse con el suelo, los techos de las casas, las hojas de los árboles, el metal de los automóviles. Fueron el aviso de la esperanza, de la vuelta del agua de vida. Hasta la medianoche, apenas se asomó la lluvia, un anuncio de que, como pronostican los meteorólogos, la habrá intensa acaso hoy, jueves, y seguramente mañana, viernes, cuando más se aproxime Alvin a tierra continental.
Hemos pasado meses y meses de sequía desde las últimas lluvias de octubre del año pasado. En ese lapso, vimos enflaquecer a los ríos, menguar los arroyos, secarse los campos, tornarse grises los cerros, y padecimos un calor como si los demonios hubiesen cambiado su domicilio a Colima.
Y todo mundo preguntando cuándo llovería otra vez sin que nadie supiera responder, cuándo apagaría el agua del cielo el llano en llamas -Rulfo dixit– en que sobrevivimos sudando y requemándonos, soportando los latigazos de sol y los del viento caliente, bebiendo agua como extraviados y acudiendo a los cocos helados, el tejuino, el tepache y el bate fríos para amortiguar sed y calor que el agua pura no amortigua.
Anoche, la promesa apareció. Sólo promesa, es cierto, pero generó esperanza y nos haló una sonrisa mientras mirábamos a las nubes. En Manzanillo, Armería y Tecomán tuvieron más suerte. Allá llovió fuerte varias horas. Alvin traerá agua, dicen los hombres del tiempo y el clima, que no causará daños, que va de paso. Si todo eso sucede, habrá que salir a saludar a Alvin cuando entre hoy y mañana desfile generoso frente a esta costa nuestra repartiendo bendiciones. Ojalá.
(Foto de Meteomex.)