Rogelio Guedea

La UdeC y su función social

Lo primero que hay que decir es que la Universidad de Colima no tiene un sólo color, ni tampoco una sola música, ni mucho menos un sólo sabor, ni huele de la misma manera en todos sus rincones. La Universidad de Colima es plural, diversa, múltiple, y está conformada de muchos colores, muchos sonidos, muchos sabores y muchos olores.

Aquel que pretenda reducirla a una sola cosa está equivocado, porque precisamente universitas (del latín original) significa la totalidad de algo, lo que abarca todo. Por eso, hoy más que nunca debemos entenderla en ese sentido, y es lo que precisamente ha querido refrendar la gestión del actual rector Christian Torres Ortiz y lo que yo mismo, como quizá muchos, defendemos: una institución educativa, la máxima del estado, que contribuya al desarrollo y bienestar de su comunidad, sin distingos de ninguna clase, y para lo cual tiene que estar involucrada en las problemáticas de esa comunidad, las más apremiantes.

El rector Christian Torres Ortiz, desde un principio, inició una relación de gran sinergia y dinamismo tanto con el gobierno estatal como con los gobiernos municipales, labor que yo en lo personal había esperado siempre. Apoya al gobierno Villa de Álvarez, por ejemplo, en temas de planeación estratégica. Lo mismo hace con el gobierno de Riult Rivera en temas culturales o de Rosi Bayardo en ámbitos propiamente educativos, como el programa Unibeca. No menos ayer, el gobierno del Estado y el ayuntamiento de Cuauhtémoc concretaron finalmente la donación de un inmueble para nuestra casa de estudios, por gestión misma del rector Torres Ortiz.

La Universidad de Colima contribuye también en proyectos de gran impacto relacionados con la cultura de paz, el cuidado ecológico, el impulso del deporte, el arte y la cultura, y esto lo hace no para un grupo de personas, o para una colonia en particular o un específico sector de la población, sino para toda la sociedad colimense. A mí me queda muy claro: es una universidad pública, que recibe dinero del estado y de la federación, y esa es la función que debe cumplir para la sociedad. Por eso, la universidad cubre la totalidad de nuestra comunidad y esta visión amplia y abarcadora la tiene muy clara el mismo rector Torres Ortiz.

No tienen, pues, que perder de vista esto gobiernos, instituciones, asociaciones, agrupaciones, sociedad en general: nuestra máxima casa de estudios genera y transmite conocimiento para ayudar al desarrollo de nuestra entidad, y mal haríamos entonces en no hacerla partícipe de estas soluciones.