** El doctor Rubén Ortega y la profesora Martha Sánchez guiaron a estudiantes en un recorrido en la Laguna de Juluapan.

Entre estudiantes y especialistas se tejió una red de conciencia ambiental en la Laguna de Juluapan, Manzanillo. Alumnos de Gestión Turística de la Universidad de Colima desarrollaron una jornada especial fuera del aula. Se trató de una observación de aves de dicha zona con el objetivo de impulsar la conservación como una vía sostenible para fortalecer el turismo responsable.

La exploración fue guiada por el doctor Rubén Ortega Álvarez, investigador de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del Centro de Estudios e Investigación en Biocultura, Agroecología, Ambiente y Salud (CEIBAAS) Colima, y de la profesora Martha Sánchez Vilchis, de la Facultad de Turismo y Gastronomía, con una destacada trayectoria en la Gestión Turística.

Ambos coincidieron en que la observación de aves es una herramienta poderosa para fomentar el turismo responsable y, al mismo tiempo, sensibilizar sobre la conservación de los ecosistemas. Así, la jornada se inició con una conferencia de monitoreo comunitario en las instalaciones de la Facultad de Turismo y Gastronomía, donde se abordó su importancia y los beneficios para la biodiversidad.

Allí mismo participó de forma virtual la ingeniera ambiental Luciana Santos Martínez, de la Red de Monitoreo de Aves Huilotl Toxitlán, de Catemaco, Veracruz, quien habló sobre la inclusión de las mujeres en el monitoreo comunitario de aves, que abona a una perspectiva más equitativa, diversa y sostenible: “Esta inclusión no sólo rompe barreras de género históricas en las ciencias ambientales, sino que también genera impactos positivos en las comunidades y en la forma de hacer conservación”, sostuvo.

Más tarde se llevó a cabo un recorrido para identificar las aves que viven en la Laguna de Juluapan, ubicada al oeste de la bahía de Santiago, en Manzanillo. El doctor Ortega Álvarez prestó su equipo, como binoculares y el libro “Pájaros de México y Centroamérica” (Birds of Mexico and Central America), escrito e ilustrado por Ber van Perlo, a estudiantes.

Luego de una introducción sobre cómo utilizar el equipo, el experto fue señalando las aves que se acercaban, como las fragatas (Fregata magnificens), Pelícano café (Pelecanus occidentalis), Charranes (Laridae) y la “espátula rosada (Platalea ajaja), y pidió al alumnado registrar los detalles de estos animales como el pico, sus exóticos plumajes, el color de sus ojos, tamaños y comparaciones entre hembras y machos.

En entrevista, el doctor Ortega Álvarez contó que Colima alberga más de 450 especies de aves y, aunque la mayoría son residentes, también recibe un gran número de pájaros migratorios en la zona de bosques y costas. Sobre el método para monitorearlas, explicó que hay salidas a campo y observación directa con binoculares o telescopios y que también hacen entrevistas en las comunidades.

Gatos, peligro para las aves

Sobre cómo han aumentado las poblaciones de las aves, el doctor Ortega dijo que se han llevado a cabo muestreos (monitoreos) a lo largo de la historia. “Sabemos la importancia para determinar estos cambios, se conoce que hay una disminución en grupos de aves como los patos”.

Añadió que entre especialistas han notado una disminución en torno al conocimiento de aves tradicional. “Es una situación alarmante porque estas investigaciones son vitales para fomentar un mejor uso, manejo y conservación de los recursos naturales”, mencionó.

De acuerdo con el doctor Ortega, las amenazas para estos animales son el cambio de uso del suelo, el desarrollo urbano mal planeado y desorganizado, la disminución de áreas verdes y, especialmente, los gatos. “Estos felinos son cazadores y una de las principales amenazas, no sólo en Colima sino a nivel internacional. Tienen un gran impacto los gatos y también los perros sobre las aves”, dijo.

Señaló que actualmente se cuenta con el registro del Mosquero del Balsas (Xenotriccus mexicanus), un ave que no se había documentado en Colima y, por primera vez, se logró gracias al trabajo de esta investigación. Otro dato que documentó el especialista ha sido sobre el guamúchil. “Es muy importante para la gente y las aves por sus frutos y los insectos que tiene asociados, pues éstos se convierten en alimento” de los pájaros, enfatizó.

Lo mejor para resguardar las aves, dijo, es priorizar las áreas verdes en el interior de la ciudad y zonas aledañas: bosques, selvas y manglares. Sobre esto, destacó que es relevante desarrollar acciones de educación ambiental con el fin de que los habitantes conozcan sus aves y se involucren con ellas, a través de actividades como monitoreos o recorridos.

UdeC, red de conciencia ambiental

Resaltó que con la Universidad de Colima ha trabajado impartiendo conferencias enfocadas en aves, las cuales abarcan el monitoreo comunitario y la perspectiva del jardín etnobiológico, es decir, el estudio de las relaciones entre seres humanos y su entorno natural, incluyendo plantas, animales y ecosistemas, así como los conocimientos, usos y prácticas culturales asociadas a éstos.

De igual manera, participa en talleres y recorridos de observación de aves y trabaja con la Subsecretaría de Turismo del Estado y la Dirección de Turismo del Ayuntamiento de Manzanillo, con las que pactaron actividades que incluyen a la población rural e indígena como guías para tener rutas de observación.

Martha Sánchez, profesora de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la UdeC, dijo que gracias a esta práctica en campo, los estudiantes conocen la importancia de las aves y su conservación, se fomenta la empatía y los hace conscientes de todo lo que tenga que ver con el medioambiente.

El turismo de naturaleza -explicó- se enfoca en ciertas actividades, en la interacción con el medio ambiente y promueve el respeto y la conservación. El ecoturismo, por su parte, tiende a actividades recreativas de identificación de la naturaleza. Aquí las aves juegan un papel destacado.

La Subsecretaría de Turismo y la Dirección General de Turismo Sustentable llevan a cabo una programación de festivales y eventos como el Colima Birding, que a través de conferencias y talleres promueve la conservación de las aves y la práctica de un turismo sostenible.

Por parte de la UdeC, destacó que a través de la Facultad de Turismo y Gastronomía se practican actividades como talleres de fotografía de naturaleza, limpieza de playas y observación de aves con el apoyo de especialistas. “Nos ayudan a impulsar a nuestros estudiantes, quienes no sólo se quedan con el conocimiento teórico impartido en el aula, pues además lo complementan al visitar y conocer escenarios reales”, puntualizó. Para el estudiante Cristopher Munguía, esta actividad ha sido una experiencia nueva. “Aprendimos sobre el manejo de binoculares y el nombre de las especies que habitan en esta laguna. Me llamó la atención la cantidad de aves que tenemos aquí en Colima y me sorprendió la espátula rosada, es muy bonita y no sabía que existía”, dijo. Por último, externó que esta actividad turística ayuda a ser más responsables con el medio ambiente.