Armando Martínez de la Rosa

** Miles de ciudadanos se congregan en la marcha por la paz y justicia por el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan. ** En la Ciudad de México, el gobierno reprime a los manifestantes y encarcela a 40 de ellos.

Al grito de “¡Carlos Manzo no murió, el gobierno lo mató!”, miles de personas marcharon ayer en la tarde por la avenida Madero desde el jardín Núñez hasta el Palacio de Gobierno.

La manifestación coreó frases exigiendo justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, el día primero del mes, y la captura de los autores intelectuales del crimen. Se le denominó la Marcha del Sombrero, nombre tomado del Movimiento del Sombrero que encabezaba el alcalde ultimado. También demandó paz y acabar la inseguridad.

Al mismo tiempo, otro grupo de jóvenes de la así llamada Generación Z se concentró en la glorieta del antiguo DIF para expresarse contra la represión, la impunidad y la injusticia.

La Marcha del Sombrero llegó hasta el jardín de la Libertad, donde hubo un mitin afuera del Palacio de Gobierno, cerrado en ese momento. Al final, a la puerta se le prendió fuego, sin identificarse a los autores del hecho.

Esta manifestación forma parte del Movimiento del Sombrero. Hubo marchas en la Ciudad de México y en alrededor de un centenar de ciudades del país con el mismo fin: justicia y fin de la impunidad.

En Colima, Morena condenó verbalmente la manifestación del sombrero, estuvo de acuerdo con que -según su versión- la Generación Z se deslindara de la Marcha del Sombrero, pero al mismo tiempo sostuvo que “rechaza la violencia suscitada este sábado al final de la denominada Marcha de la Generación Z”.

“También vimos marchar a los que han convocado a diversas concentraciones en los últimos 7 años y no han podido articular su lucha, a la derecha moralmente derrotada. En Morena Colima, condenamos los hechos de violencia y provocación que al concluir la marcha se suscitaron contra las instalaciones de Palacio de Gobierno, por lo que no debe haber fuerza política que lo motive”, indicó ese partido.

Y agregó que “mientras el gobierno intenta pacificar el país y al estado de Colima, la derecha busca desestabilizar y provocar violencia.  Por tanto, reconocemos el respeto y la prudencia de la fuerza pública estatal para no intervenir durante estos hechos”.

Y a propósito de “respeto y prudencia” con que Morena alabó a la fuerza pública en Colima, horas antes, en la capital del país, la fuerza pública reprimió la Marcha del Sombrero y de la Generación Z. La policía colocó vallas metálicas en torno al Palacio Nacional y cuando los manifestantes llegaron los recibió con gases lacrimógenos y de sustancia contra incendios, arremetió a golpes y macanazos contra al menos 40 ciudadanos que fueron detenidos y encarcelados. Grupos de manifestantes derribaron las vallas.

“Las voces se escuchan y se atienden, pero no se reprimen”, afirmó Morena en Colima varias horas después de la represión de la marcha en la Ciudad de México.

Cuadras atrás del zócalo, policías impidieron que la marcha avanzara hasta el zócalo, pero los manifestantes se colaron como pudieron.

En un centenar de ciudades del país la Marcha del Sombrero y la de la Generación Z cuestionaron al gobierno, su política de seguridad y la colusión entre poder público y crimen organizado. En Colima, la gobernadora Indira Vizcaíno Silva sostuvo su “postura a favor de la libertad de expresión y manifestación pero también mi enérgico rechazo a las expresiones de violencia registradas en las marchas del día de hoy, particularmente en Colima como en la Ciudad de México. En ese sentido, las y los gobernadores comprometidos con la Cuarta Transformación, expresamos también nuestra preocupación por la presencia de actores político-partidistas en esta marcha que derivó en algunas acciones de violencia; la protesta social y la participación ciudadana son pilares de la vida democrática, pero ningún derecho puede ejercerse a costa de la integridad de otras personas”.