** En tiempos extra, los hispanos golean a los galos 5 a 3. ** Francia, antes de la final, había recibido un solo gol y ayer se comió 500 por ciento más.
Enzo Millot puso a Francia adelante al minuto 10 y brotó la esperanza del oro en la final del futbol varonil olímpico. El tanto surgió de un doble error de portero y defensa.
Se auguraba un paseo francés. Pero a la furia roja le bastaron 10 minutos para ponerse 3 a 1.
Completaría 5 estocadas en 120 minutos para hacerse del oro.
Al minuto 17, Fermín López -el goleador del torneo con 6- empató, dobleteó al 24 y Alex Baena marcó el tercero al 27, un golazo al ángulo de tiro libre que saltó la barrera. España estaba convertida en un huracán y Francia no encontraba el camino.
En el segundo tiempo, los iberos se replegaron a la espera del contrataque. Los galos se fueron encima a pesar del riesgo y simplemente se encontraron con una barrera que parecía infranqueable. Sin embargo, al minuto 78 Akliouche acercó y renovó los aires de los azules. Un error de Torrientes, que entró de cambio, provocó un penal que Mateta convirtió en la igualada al 90+2.
Durante el alargue, España, ya con varios de sus mejores armadores de juego y atacantes fuera, volvió a replegarse para salir en contrataque. Había entrado Camello, delantero de escaso renombre. Recibió al 99 su pase de mano de Tena, su arquero, condujo y se plantó frente al guardameta francés y eludió su salida con un toque fino por encima para el 4 a 2.
Los franceses, angustiados, buscaron y buscaron las rutas, pero ya no hubo de queso ante una muralla española que iba desde 15 metros atrás del círculo central hasta las áreas, a la espera del desdoble que encontró de nuevo Camello, quien repitió la dosis del balón tocado fino a la salida del guardameta, al 120, y puso fin a la historia.
Esta es la segunda vez que España gana oro olímpico en futbol varonil.
En el femenil, las españolas cayeron en el partido por el bronce ante Alemania 1 a 0. Alexa Putellas falló un penal al 90, que de marcarlo habría mandado el juego al alargue.