Armando Martínez de la Rosa

** La historia de los perros colimotes se muestra en la exposición que se inauguró anoche. ** Reúne expresiones del arte precolombino colimense y de artistas contemporáneos sobre los legendarios canes.

En la filosofía de la vida y la muerte de los pueblos originarios colimotes, el perro fue un acompañante cotidiano mientras el amo vivía y un guía en el camino al más allá (mictlán o lugar de los muertos) tras morir. Más tarde, fue a la par que mitología parte de la alimentación ritual. En suma, un acompañante omnipresente.

Eso se manifestó en el arte, la religión y la vida cotidiana de los antiguos colimotes. Tal es la muestra que ha montado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Colima, en las salas del Museo Regional de Historia, en el corazón de la ciudad. Se inauguró anoche con asistencia de unas 200 personas.

Se celebran así los 85 años de la fundación del INAH en los niveles nacional y local.

En la expo se muestran obras artísticas y ceremoniales en terracota (barro cocido) de perros colimotes rescatadas de las tumbas que han sido encontradas, exploradas y catalogadas por el INAH en Colima, así como piezas prestadas por coleccionistas particulares.

Omnipresentes, los perros tlachichi (de patas cortas y regordete) y xoloscuintle (esbeltos) aparecen en obras de arte prehispánico elaboradas para las tumbas del amo, las ceremonias y rituales religiosos de las diversas épocas de casi 3 mil años de historia. Lo mismo son vasijas rituales que sahumerios o expresiones lúdicas para esparcimiento que arte refinado en barro bruñido y coloreado.

Otras piezas son constancias del consumo de su carne o el esmero con que se cuidaba a los xolos (perros). La pieza principal es un can en barro negro bruñido con adiciones en la superficie que impacta al verla.

Complementan la exposición obras de arte contemporáneo cuyo tema es el perro colimote, tanto al óleo como en grabado o en escultura. En este último caso, destacan 3 canes coloridos de la factura del artista colimense Gil Garea. Basta con mirar la expresión de los ojos de los animales para convencerse de la carga de vida que les imbuyó el autor.

Por la lluvia vespertina, la proyección de un filme sobre los perros colimotes se trasladó del patio central a la sala de cine del Museo Regional, tras lo cual se inauguró la muestra.

Al acto inaugural asistieron el delegado del INAH en Colima, el doctor Julio Ignacio Martínez de la Rosa, el subsecretario de Cultura del Gobierno del Estado, Emiliano Zizumbo, en representación de la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, el director municipal de Cultura, Armando Hernández, en representación de la alcaldesa Margarita Moreno, el arqueólogo Rafael Platas, investigador del Centro INAH en Colima, y el director del Museo Regional y coordinador de la exposición, Fernando Rodríguez García.

La exposición contiene, además de las piezas propiedad del INAH, muchas más facilitadas por el Gobierno del Estado, la Universidad de Colima y particulares.

Estará abierta durante varias semanas y la entrada es gratuita.