Armando Martínez de la Rosa
** Enfrentamiento entre militares y narcos paraliza Culiacán.
Sinaloa arde de nuevo. La capital, Culiacán, fue paralizada por narcobloqueos, incendio de camiones del transporte urbano y automóviles de particulares, tras el enfrentamiento entre militares y narcos.
Persecuciones y balaceras se registraron en la salida norte de Culiacán y en Jesús María, territorio donde fue capturado el 17 de octubre de 2019 Ovidio Guzmán Salazar, hijo de El Chapo. Casi de inmediato, el presidente Andrés López ordenó liberarlo con el pretexto de evitar enfrentamientos en la capital sinaloense.
Ayer, un convoy militar fue atacado a balazos por civiles armados, los soldados respondieron al fuego y se inició una persecución. Los narcos esparcieron ponchallantas en calles y carreteras, incendiaron camiones y vehículos de particulares, y continuaron el enfrentamiento en varias localidades contiguas a la capital del estado.
Un helicóptero de las fuerzas armadas sobrevoló la zona de Paredones y Jesús María, territorios de asentamiento de narcotraficantes, que lo fue también de Ovidio Guzmán, ahora preso en Estados Unidos. Fue capturado el 5 de enero de 2023 y posteriormente extraditado.
Ayer corrieron versiones de que los militares habían capturado a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, motivo de los narcobloqueos y los enfrentamientos con las fuerzas armadas federales. La Fiscalía General de la República comunicó desconocer detención alguna en Culiacán.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, actualmente cuestionado y en el ojo del huracán por los señalamientos y acusaciones del capo del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, El Mayo, preso en Estados Unidos. El capo acusó a Rocha Moya del asesinato del rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo del PRI, y enemigo del gobernador. El crimen habría ocurrido el 25 de julio reciente en el lugar donde El Mayo se reuniría con Rocha Moya, Cuén Ojeda y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, para supuestamente arreglar diferencias políticas entre Rocha y Cuén.
Ahí, El Mayo, según una carta suya, fue secuestrado y llevado a Estados Unidos, donde lo esperaban agentes del FBI.
Desde entonces, Sinaloa es un caos político, de violencia criminal, y territorio de disputa del control del enclave por el poder narco.