** Descubren otros campos de exterminio en Tamaulipas y el gobierno estatal lo niega.

La Fiscalía General de la República atraerá el caso de los más de 400 desaparecidos y asesinados del campo de exterminio de Teuchitlán, Jalisco, mientras la Fiscalía de ese estado se declaró dispuesta a colaborar con su similar nacional.

El caso ha estremecido al país y continúa horrorizando a medida que se conoce más información de cómo operaba ese grupo del Cártel Jalisco Nueva Generación, que reclutaba con engaños a personas buscando trabajo. Los secuestraban y los llevaban al campo de exterminio Izaguirre Ranch, en Teuchitlán, donde capacitaban a los más aptos en manejo de armas de fuego para convertirlos en carne de cañón en enfrentamientos con cárteles rivales y fuerzas armadas gubernamentales. Quienes resultaban incapaces, eran asesinados e incinerados en ese campo de exterminio. Tal suerte corrieron más de 400 personas jóvenes.

El grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, que encontró restos humanos en fosas y hornos, así como localizó y catalogó ropa, calzado, valijas y otros indicios al ingresar al sitio, después de que la Fiscalía de Jalisco lo había revisado y omitió la información y el procedimiento consiguiente atendiendo al entonces gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien repudiaba a los buscadores.

El nuevo fiscal, bajo el gobierno de Pablo Lemus, tuvo disposición para investigar el caso luego de que fue dado a conocer por los buscadores. Ahora, las indagatorias estarán en manos de la Fiscalía General de la República.

En Tamaulipas, otros campos de exterminio fueron descubiertos, pero el gobernador Américo Villarreal negó que fuesen tales. Villarreal es uno de los gobernadores en la mira de Washington por sus relaciones con cárteles de las drogas.