** Con El lago de los cisnes, la compañía rusa cautivó al público colimense, que le aplaudió, en especial la magnífica ejecución de la primera bailarina, Kristina Mikhailova, quien interpretó a Odile y Odette.
Con un Teatro Universitario lleno, la noche del sábado el Russian State Ballet Mari El, dirigido por Konstantin Ivanov, ex bailarín del Ballet Bolshoi de Moscú, con 35 bailarines y bailarinas en escena, presentó con éxito uno de los cuentos de hadas más famosos del mundo: El lago de los cisnes.
Creado por el compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovski entre 1875 y 1876, El Lago de los Cisnes está basado en el cuento alemán El velo robado, de Johann Karl August Musäus.
Su primera representación tuvo lugar en el Teatro Bolshoi de Moscú el 4 de marzo de 1877. Sin embargo, no fue hasta su restreno en 1895, con la coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov, cuando alcanzó el reconocimiento mundial que tiene hoy en día.
La historia es la siguiente: El príncipe Siegfried celebra su cumpleaños en un lago donde conoce a Odette, una joven convertida en cisne por Rothbart, un hechicero que se ha pasado al lado oscuro. Enamorado de ella, Siegfried promete amor eterno para romper el hechizo.
Rothbart, disfrazado de príncipe, engaña a Siegfried para que declare su amor a Odile, su hija convertida en cisne negro. Creyendo que Odile es Odette, Siegfried la traiciona, condenando a Odette y a sus compañeras cisnes a una eternidad como cisnes.
Arrepentido, Siegfried busca a Odette para redimir su error y juntos se enfrentan a Rothbart en una batalla final donde el amor verdadero triunfa sobre la maldad, rompiendo el hechizo y uniendo a los dos amantes en la muerte.
Durante 2 horas, los bailarines narran esta historia con la magistral música de Tchaikovski, considerada una obra maestra, llena de melodías cautivadoras y momentos dramáticos que intensifican la historia. El tema principal del cisne blanco es uno de los más reconocidos en la historia del ballet y de la cultura de buena parte del mundo.
El Russian State Ballet Mari El, dirigido por Konstantin Ivanov, cautivó al público colimense, que le aplaudió con emoción, en especial la magnífica ejecución de la primera bailarina, Kristina Mikhailova, quien interpretó a Odile y Odette.
El primer bailarín, Itaru Nada, actuó como el príncipe, y Sergei Shabrukov interpretó al malvado brujo, de negro, con alas enormes y el rostro maquillado para dar miedo.
El ballet se ha presentado con éxito en países Alemania, España, Francia, República Checa, China, Corea, Italia y ahora en México y Colima.
A la función asistieron también el rector de la Universidad de Colima, Christian Torres Ortiz Zermeño, y su esposa Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del Voluntariado Universitario.