Armando Martínez de la Rosa
Despacho Político
Atolondrada por el golpazo electoral del 2 de junio, la oposición ha tardado en reaccionar porque no termina de explicarse la causa de la derrota.
Se ha perdido en la acusación de la intervención oratoria y propagandística ilegal del presidente Andrés López a favor de su candidata. Si bien es verdad que ha sido un factor de peso, no habría bastado por sí mismo para surtir el efecto buscado.
Más allá de la alteración descarada de actas en las casillas con casos emblemáticos como el de Oaxaca -pero no sólo ahí- y la utilización de personal de gobierno para labores de propaganda, de acarreo y compra de votos, que la oposición habrá de documentar en la impugnación del proceso, detrás del triunfo de Morena está la conversión de los subsidios de los programas sociales en votos. Ahí obtuvieron a lo largo de 6 años una base de voto duro el gobierno y sus partidos haciéndoles creer a los subsidiados que de ganar la oposición desaparecerían tales programas y se quedarían sin dinero.
Para decenas de millones que requieren del dinero en efectivo de los programas sociales para completar la supervivencia, votar por la oposición era un riesgo elevado. Lejos están de las preocupaciones de una regresión antidemocrática, no les importan los equilibrios de poderes ni las libertades civiles ni los derechos humanos. Vamos, ni la inseguridad ni la violencia creciente del crimen organizado están en su lista de prioridades.
Entendí esa perspectiva desde hace 3 meses, cuando un conocido me dijo en una conversación casual: “A mí, mientras me llegue el dinero…”. La frase me recordó otra memorable dicha años atrás por el entonces alcalde de Manzanillo y hoy ganador de la elección al Senado, Virgilio Mendoza, en un telefonema cuya grabación circuló profusamente: “Mientras sea dinero, chingue a su madre…”.
A partir de esa base, la operación de Morena y aliados fue sencilla. Para operar, el dinero le sobró a Morena. Con dinero baila el voto. Que eso lo aprendió en la vieja escuela del priismo, es cierto, y que ha superado al maestro, también.
Los dirigentes de partidos opositores parecen escasamente preocupados. Agandallaron las plurinominales para ellos y sanseacabó, que ruede el mundo.
Hay dos elementos posteriores a considerar. Uno, si los líderes opositores auténticos están dispuestos a organizar la resistencia civil a un régimen que ahora mismo cree poderlo todo, como en los viejos tiempos del PRI y su “dictadura perfecta”. Dos, el latente error de Morena de considerar que haber ganado la elección le permitirá hacer y deshacer sin contrapesos. En el mediano plazo le costaría el poder y en el corto metería al país en una confrontación que pudiera derivar en ruptura nacional.
La única salida es la organización de la resistencia civil. Y tiene que venir desde la sociedad, de preferencia sin los partidos políticos. A ver quiénes se animan y persisten. Mirando hacia el futuro y, sobre todo, al pasado cuando se iniciaban las luchas por la democracia, es volver a empezar. Para que no ocurra más que con dinero baile el voto.
MAR DE FONDO
** Al gobierno de Indira Vizcaíno Silva se le quemaban las habas por sacar su talante arbitrario. Al día siguiente de ganar Morena la elección, autorizó un alza de 50 por ciento al transporte público, que pasó de 8 a 12 pesos el boleto.
Y luego de presumir la reapertura de las albercas del Parque Regional, permitir unas semanas el acceso gratuito y recuperar el así llamado Ecoparc, ya están las tarifas que rondan 30 pesos para darse un baño en las piscinas que, eso sí, quedaron bien reconstruidas.
Indira hizo válido el lema: primero los pobres… pero para hostigarlos.
** Mientras las especulaciones sobre la formación del gabinete de Claudia Sheinbaum incluyen los nombres de Mario Delgado y Ernestina Godoy, ayer se informó que el exsecretario de Salud del gobierno de Vicente Fox, el doctor Julio Frenk, fue nombrado rector de la mundialmente prestigiosa Universidad de California en Los Ángeles.
Se puede aplicar aquí, parafraseando, lo que dice mi estimado amigo Arturo Huerta en referencia a cómo se juega al futbol: “Hay niveles”.
** Mi obsesión empieza a preocuparme. Cada que escuchó un ruidito pertinaz en el ambiente, me asomo a ver si está lloviendo ya. Y nada. Paciencia.