Armando Martínez de la Rosa
** Alan Cleland resultó apaleado por la primera ola que tomó. ** Asume con sencillez y tranquilidad la eliminación.
“Superfeliz y con la cabeza en alto”, dijo estar Alan George Cleland Quiñones, el surfista colimense que ha terminado en octavos de final su primera participación en Juegos Olímpicos.
Entrevistado por un periodista argentino, Cleland expuso que “me hubiera encantado pasar” (a la siguiente fase), “pero todo bien. Así pasa en la vida. Fue un honor. Y lo más importante es que pude representar mi bandera y demostrar que México tiene talento, en especial pa’ olas grandes”.
Luego saludó a “todo México” y agradeció “todo el apoyo y todos los mensajes y más que nada por todas las buenas vibras”. Se dijo contento de la oportunidad de competir y de “dejar en lo más alto posible mi bandera mexicana”.
Respecto de la ola que lo golpeó, explicó que era una muy buena ola que casi al salir del tubo lo ladeó, se pegó con la foamboard (tabla) y lo revolcó. Resultó apaleado, se sobrepuso y continuó compitiendo.
“Esperaba un score más alto. Quizá (que las calificaciones sean menores) se deba a que lo hago ver muy fácil. No sé”, al ejecutar sus maniobras en las olas. “Así pasa, es la casa de otro. Estamos en París, entonces…”.
Al respecto, cuando le preguntaron qué haría, con sencillez dijo que se metería a una tina con hielo para curarse de la apaleada de la ola que, para su fortuna, no lo estrelló contra el fondo marino.
En los meses por venir, Cleland planea competir en el Challenge, en el US Open y en otros torneos internacionales. De los días inmediatos, indicó que se quedaría a ver las siguientes etapas de la competencia y luego tal vez iría a Hawai por olas grandes o regresaría a Boca de Pascuales. “No lo sé” todavía, pero tomará todo lo que venga “con la misma actitud y la misma fe”.
Envió “un abrazo a todo México, a todos los que me apoyan, los quiero mucho. Saludos a Boca de Pascuales, yo sé que todos estaban viendo, los quiero demasiado. Y pues ¡viva México! Se los agradezco un chingo. Buen día”, se despidió.
Con su calidad deportiva, el colimense se ha ganado el respeto de Colima, de México, y del mundo del surf. Y en Juegos Olímpicos, su sencillez -la abierta sencillez de la gente de mar- y su carisma le ganaron la simpatía de la prensa internacional.