Armando Martínez de la Rosa

Despacho Político

Si en la oposición la izquierda es sectariamente intolerante, en el poder se vuelve autoritaria, tal su vocación con escasas, escasísimas excepciones, y la de México no es una de ellas.

La presidenta Claudia Sheinbaum se había mantenido en la cordura política y en la mesura verbal, un estilo diferente al de su predecesor. Al descubrirse el campo de exterminio de Teuchitlán, Jalisco, la mandataria ha cambiado y se volvió agresiva con sus críticos y con quienes le exigen, con razón de sobra, que se ocupe del caso y de los ciento y tantos mil desaparecidos forzadamente. Le desagradó la exigencia y mostró su vertiente intolerante.

Cuando las redes sociales y los medios de comunicación incluyeron las voces que demandan ocuparse del caso, que es función de Estado, la presidenta llamó a la oposición “hipócrita y carroñera”. No atendamos al calificativo hipócrita, pero sí alerta el de “carroñera”, no porque se endilgue a opositores, sino por la infortunada metáfora que irrespeta a las víctimas.

No, presidenta, no. Las osamentas de las víctimas no son “carroña”, son restos humanos, de personas que incluso después de muertas merecen respeto. Los cadáveres de los desaparecidos forzadamente no son “carroña”, vocablo aplicable sólo a los restos mortales de animales. En el uso del lenguaje se debe tener conocimiento y precisión.

Otros hay, como Noroña, que creen borrar la realidad con preguntas desde la imbecilidad. El tipo es conocido por sus pequeños escándalos, por sus apariciones patéticas en redes sociales. A veces, se comporta muy machito contra mujeres, pero corre asustado cuando un varón harto de sus sandeces lo reta a golpes. Es bocón, pero no entrón. Le sobra boca para afirmar -tontamente- que de los cientos de zapatos encontrados en el campo de exterminio de Teuchitlán no puede decirse que pertenecieron a las víctimas. ¿Serán de un coleccionista, entonces? ¿Pretende que los familiares de los asesinados presenten facturas de la compra del calzado?

El segundo piso de la 4T se encontró con su Ayotzinapa, caso este del que hizo bandera siendo oposición Andrés López y en el poder fue esquivo, desdeñoso, con los padres de los jóvenes normalistas desaparecidos. Prometió resolver el caso y terminó corriendo a esconderse cuando le plantaron cara. Ya sabemos que prometió muchas soluciones y no atinó siquiera una.

La presidenta se queja de una “campaña” en redes sociales contra el gobierno por el caso de Teuchitlán. Olvidó que su predecesor, al que elogia con frecuencia, habló de las “benditas redes sociales”. Otro asomo de la intolerancia de la izquierda cuando llega al poder. Si como ella misma dice, pocos hacen caso a esa “campaña”, ¿de qué se preocupa?

Recuerde que tiene un difícil frente abierto en Donald Trump. Ella ha llamado a la “unidad nacional” en torno a la presidencia, pero no ha tendido un solo puente a millones y millones de mexicanos que no concuerdan con su gobierno y menos con el de su predecesor. La convocatoria a la unidad nacional contrasta, por cierto, con la evidente, profunda fractura que hay en la 4T, como se probó en la famosa foto de “Andy” y su pandilla en el zócalo.

El caso Teuchitlán es ventana a través de la cual se observa el México de sangre, horror y muerte que el gobierno pretende esconder. Lo que el país necesita con urgencia es una política de Estado en ese asunto y en el del combate al crimen organizado que el señor de los abrazos rehuyó por complicidad.

De Sheinbaum se esperaría una conducta de estadista, no de partidaria de la reyerta contra la oposición y los ciudadanos críticos. Si ahonda la confrontación nacional, el país le podría estallar en la cara. Requiere aprender el fino arte de aguantar vara.

MAR DE FONDO

1.- En Colima, hay mil 360 personas desaparecidas forzadamente y no localizadas, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas actualizados al presente año.

Y una cifra más: en Colima se han encontrado 308 fosas clandestinas, la segunda más grande cantidad en el país, sólo después de Veracruz, que tiene 344, y una población 10 veces más grande que la de nuestro estado.

2.- El kilogramo de tortilla ha subido de precio esta semana, ya cuesta 32 pesos. Como ese, otros alimentos son ahora más caros que el año pasado. Va a galope la carestía a contrapelo de lo que el gobierno de la 4T sostiene, que la economía está más fuerte que nunca.

Y lo que viene con los aranceles trumpianos. 3.- ¿Recuerda usted que hace 2 meses la Guardia Nacional de Carreteras se comprometió a vigilar la autopista a Manzanillo para contener altas velocidades? Pues a la tal GN de Carreteras no se le ve ni de casualidad y los accidentes en esa vía de comunicación continúan casi todos los días.