Armando Martínez de la Rosa

** Se cumplieron ayer 54 años de la primera vez que el matador mexicano salió a hombros de la catedral mundial del toreo.

De los toreros mexicanos, sólo Eloy Cavazos lo ha hecho: salir 2 veces por la Puerta Grande de la plaza de toros Las Ventas, de Madrid, la Catedral Mundial del toreo.

Era un jovencito delgado, bajito, sencillo, inteligente, valiente. Tenía sólo 21 años y la tarde del 20 de mayo de 1971, se presentaba por primera vez en Las Ventas a confirmar la alternativa. Fue su padrino Miguel Mateo, Miguelín, y Gabriel de la Casa, el testigo.

Si de por sí era misión dura y difícil torear en la Catedral Mundial del toreo, cortarle una oreja a cada uno de los toros de su lote lo era todavía más. Y lo hizo. Primero a Retoñito, de 541 kilos, y luego a segundo, de la dehesa de Osborne.

Desconocido en España, esa tarde los tendidos se le entregaron y atestiguaron el nacimiento de la más grande figura del toreo mexicano y una celebridad en la tauromaquia mundial. Apenas salió de la plaza a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas, el mexicano fue procurado por Radio y Televisión Española para entrevistarlo. Ahí narró su entonces breve historia, desde una infancia de ruda pobreza viviendo con su familia en un rincón de una plaza de toros de Nuevo León hasta el triunfo legendario de esa tarde. Había conquistado España.

“Lo malo fue que tres días después, ahí mismo, un toro me partió el pecho y por eso mi temporada sólo tuvo treinta corridas y no todas las que podría haber toreado, de no haber caído herido tan gravemente. Por eso me decidí a regresar, en mayo de 1972, y me tocó repetir el triunfo”, narró el Torero de Puerta Grande, como hasta la fecha se le llama.

Aquella cornada lo tuvo al borde de la muerte. No la olvida, porque cada mañana, como lo hacen todos los toreros, la cicatriz le recuerda la tarde aquella.

Volvería un año después a la Catedral del Toreo, el 27 de mayo de 1972, y cortaría 2 orejas y de nuevo saldría por la Puerta Grande de Las Ventas. Ningún torero mexicano ha alcanzado tal hazaña. El nombre de Eloy Cavazos Ramírez está por eso grabado en Las Ventas al lado de las grandes figuras mundiales que lo han hecho, y no son muchos.

Ayer, el maestro volvió a faenar en la memoria y dijo: “Abrir las puertas de Las Ventas es el sueño de todo torero y a mí se me cumplió”.

Lidió 1,907 corridas, cortó 3,974 orejas, 708 rabos y 9 patas. Indultó 38 toros, concedió 62 alternativas, sufrió 20 cornadas y 14 fracturas. ¡Larga vida al maestro!