Armando Martínez de la Rosa

** También candidatos han sido asesinados o heridos por pistoleros.

Larga es la historia de los atentados contra presidentes o candidatos a presidentes de Estados Unidos que han sido asesinados de 1865 a la fecha.

De los magnicidios, 2 destacan por su relevancia histórica. El primero, el de Abraham Lincoln, y el segundo, el de John Fitzgerald Kennedy.

Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 por John Wilkes Booth, cuando asistía al teatro Ford, en Washington, D.C.

El presidente James Garfield, quien tenía 6 meses en el cargo, sufrió un atentado a manos de Charles Guiteau, el 2 de julio de 1881. Guiteau fue ejecutado en 1882.

William Mc Kinley era presidente cuando el 14 de septiembre de 1901 lo asesinó León F. Czalgosz, quien fue condenado a morir en la silla eléctrica.

Franklin D. Roosvelt sufrió un atentado en febrero de 1933. El asesino, Guiseppe Zangara fue condenado a muerte por el crimen.

En noviembre de 1950, siendo presidente, Harry S. Truman residía en Blair House, frente a la Casa Blanca, cuando 2 sicarios entraron a la vivienda y dispararon para matarlo. Policías de guardia repelieron el fuego y 2 murieron. Óscar Collazo fue sentenciado a muerte por el atentado y Truman le conmutó la condena por prisión perpetua. En 1979, el presidente James Carter lo liberó.

Cuando estaba de gira en Dallas, Texas, en noviembre de 1963, el presidente John F. Kennedy fue asesinado por el francotirador Lee Harvey Oswald. Dos días después, cuando la policía trasladaba al asesino a la prisión estatal, Jack Ruby, dueño de un bar, se escondió entre la multitud que presenciaba el traslado, disparó y mató a Oswald. Hasta la fecha, el caso Kennedy no ha quedado claro.

En 1975, una mujer fanática de Charles Manson, Lynette Squeaky Fromme, se acercó al presidente Gerald Ford y le apuntó con una pistola que no fue accionada. La enviaron presa y fue liberada en 2009.

2 semanas después, otra mujer, Sara Jane Moore, disparó contra Ford pero falló el tiro. Presa condenada a cadena perpetua, fue liberada en 2009.

Luego de dar un discurso en marzo de 1981 en un hotel del barrio de las embajadas en Washington, D.C., el presidente Ronald Reagan fue herido de bala por John Hinckley Jr. El presidente se recuperó, no así uno de sus asistentes de prensa también herido, que quedó semiparalítico por la herida. El jurado del caso encontró inimputable a Hinckley por razones de desórdenes mentales y fue condenado al encierro en un hospital siquiátrico. Fue liberado en 2022 porque ya no representaba “un peligro para la sociedad”.

A George W. Bush le fue arrojada una granada de fragmentación en Tiblisi, Georgia, cuando se encontraba en visita de Estado. La granada no estalló.

También los candidatos han sufrido atentados. En 1912, Theodore Roosvelt estaba en campaña por la reelección a un tercer periodo presidencial cuando John Schrank lo asesinó. El homicida fue internado de por vida en un hospital siquiátrico.

Hermano de John, el senador Robert F. Kennedy buscaba la candidatura presidencial del Partido Demócrata cuando fue asesinado en Los Ángeles, California, en 1968, 5 años después que su hermano. El asesino, Sirhan Bishara Sirhan, fue condenado a cadena perpetua.

George C. Wallace, quien pretendía la candidatura presidencial del Partido Demócrata, sufrió un atentado a tiros al que sobrevivió pero quedó paralítico de la cintura hacia abajo del cuerpo. Arthur Bremer, el gatillero, fue condenado a cadena perpetua y liberado en 2007.

El más reciente atentado, como se sabe, fue el sábado 13, contra el expresidente Donald Trump.

(Foto: John F. Kennedy y Abraham Lincoln, presidentes de Estados Unidos asesinados.)