Carlos A. Arévalos
La mañana de este jueves me sorprendió con la noticia del fallecimiento de Hugo Dávila, a quien tuve el gusto de conocer como entrenador a su llegada a Colima, para dirigir primero a los Loros de la Universidad de Colima y luego a los Palmeros del Deportivo Colimense, en el futbol de tercera y segunda divisiones.
Estaba en casa cuando recibí una llamada telefónica de mi amigo Timoteo Cortés, quien me enteró del deceso de Hugo.
Timoteo fue mi compañero de trabajo en Canal 12 y anduvimos, él como camarógrafo y su servidor como narrador, junto con Alfredo Verduzco Ceballos, en la grabación y transmisión de los partidos de Palmeros, dirigidos por Hugo Dávila, en el futbol de tercera y segunda división.
Hugo brilló como futbolista y supo transmitir sus conocimientos a los jugadores colimenses que dirigió para jugar en el profesionalismo.
Originario de Atemajac, Jalisco, Hugo Dávila Godínez vio la primera luz el 27 de abril de 1948. Su primer equipo como jugador profesional fue Chivas, con quien debutó como centrocampista en la temporada 1969-70, en la que el Guadalajara obtuvo su octavo título de liga.
Hugo permaneció con el equipo tapatío hasta la temporada 1973-74, para luego pasar al Unión de Curtidores, recién ascendido a la máxima categoría del balompié mexicano, bajo la dirección de Antonio “Tota” Carbajal. Su buen desempeño, lo llevó a ser llamado a la selección nacional en 1976.
Con el equipo del Bajío, que compartía plaza con el León, aunque con estadio diferente, Hugo Dávila permaneció hasta 1981, año que marcó su retiro como futbolista activo, para posteriormente iniciarse como entrenador o director técnico.
Y sobre esa etapa, agradecer a Fernando Robocop Mendoza Padilla, con quien nos acordamos de algunos pasajes de Hugo Dávila con los Loros de tercera división y los Palmeros de segunda división, ya que fue su discípulo.
Consternado por la triste noticia, Fernando me contó la empatía de Hugo Dávila con su plantel y de sus enseñanzas e impulso para catapultarlo, a él, al club Morelia.
Fernando me hizo llegar la publicación de una final de tercera división que los Loros de Hugo Dávila disputó contra Ecatepec, por el ascenso a la primera división ‘A’, jugando la ida en el estadio San Jorge, un 25 de abril.
Recuerda que en aquel tiempo tenía de compañero como portero titular a Julio Muñiz y en la defensiva hacía pareja en la central con Gustavo Luna, mientras que los laterales eran Memo y Daniel Pérez; los mediocampistas Chava Ramírez, Mario Hoyos y Juan Carlos Montes y adelante, Jorge Cañón Cruz y La Varilla Memo Luna.
Fernando menciona que en ese entonces fue llamado a la selección de la tercera división y de ahí con el apoyo de Hugo Dávila, pasó al Morelia, donde fue parte del equipo de reservas.
Ya con Palmeros en la segunda división, también con Hugo Dávila al frente, Fernando me cuenta de su regreso a Colima, para tener de compañero en la central a Mario Búfalo Rosas y hacer equipo con -muestra una foto en la que aparecen, además de él y el Búfalo– Julio Muñiz, Pedro Salcedo, Boijas Moreno, Marco Antonio Camacho Camachuster, Beltrán, Juan Carlos Montes, Neto Santana, Pepe Garduño y Francisco Cremas Serrano, entre otros.
En ese entonces, tanto en el vestidor como en la salida del equipo a la cancha, Fernando recuerda la canción motivadora que les ponía Hugo Dávila, junto con el dueño del equipo Jimmy Goldsmith (qepd también), “Los Guerreros”, de José Luis Perales:
🎶 Estamos aquí
Somos guerreros y venimos a jugar
Tú nos dirás qué hay que hacer
Porque venimos a ganar
Somos guerreros y venimos
Decididos a luchar
Venceremos, venceremos
Quedaremos los primeros
Respetando al compañero y su color
Buscaremos el momento
Como marca el reglamento
Para lanzarnos en victoria
Con un gol🎵
Son parte de los recuerdos de Robocop Mendoza, de su experiencia y de sus logros teniendo como entrenador a Hugo Dávila, quien se quedó a radicar en la ciudad de Colima y años después en Manzanillo hasta el momento de su deceso.
Hugo siguió ligado al futbol, aunque en el sector amateur o de aficionados, tanto en esta capital como en el puerto.
En lo personal, recuerdo una anécdota que nos ocurrió en un partido de liguilla de Palmeros de tercera división, cuando visitó al equipo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en Culiacán.
Era, por cierto, el juego de despedida de Jared Borghetti con el equipo de la UAS, ya que había sido contratado por el Atlas de Guadalajara, donde inició su carrera ascendente como futbolista profesional.
Andábamos Alfredo Verduzco y un servidor recorriendo el estadio de Culiacán, mientras iniciaba el partido, cuando escuchamos que el equipo local alinearía a jugadores de Costa Rica.
De inmediato le pregunté a mi compañeros si sabía si en el futbol de tercera división se permitían jugadores extranjeros y me dijo hay que preguntarle a Hugo Dávila y eso hicimos, su respuesta fue igual, lo desconocía.
Más tarde nos enteramos que los jugadores citados no eran ticos, sino del ingenio azucarero de Costa Rica, Sinaloa.
El cuerpo de Hugo Dávila será velado este viernes a partir de las 10 de la mañana, en la funeraria Recinto Américas, de avenida Manuel Álvarez 24, de Villa de Álvarez. La misa de cuerpo presente, será el sábado 21 de diciembre a las 10 de la mañana en el templo San Francisco de Asís Almoloyan.
Descanse en paz.
(Foto: Fernando Mendoza, Hugo Dávila y Florencio el Charas Rodríguez.)