Armando Martínez de la Rosa
** El intento de Donald Trump de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos, navega contra la historia.
En una extensión marítima equivalente al territorio actual de México, el Golfo de México ha sido escenario de intensa navegación desde la llegada de los españoles a Cuba y la casi inmediata expedición de Hernán Cortés a tierra continental en donde se habría de asentar la Nueva España, el imponente predecesor de nuestro país.
Américo Vespucio fue el primer europeo en navegar el Golfo de México, pues Colón no incursionó en sus aguas, sino en las del Caribe.
El Golfo de México fue la vía de llegada a tierras continentales. Cortés fundó la Villa Rica de la Veracruz, donde constituyó el primer ayuntamiento de la inminente Nueva España, si bien en Cuba ya se había establecido antes el primero del Nuevo Mundo.
Por aguas del Golfo de México navegaron conquistadores, exploradores de la Corona castellana, tropas avanzadas de conquista de nuevos territorios, carabelas transportadoras de oro, plata, ropas y alimentos, cuyos marinos eran súbditos de los reinos de Castilla y Aragón.
Posteriormente, incursionarían marinos ingleses y franceses que establecieron dominios en algunas islas y en costas como las de la hoy Lousiana, pero ninguna fue tan grande y relevantemente histórica como la presencia hispana que se prolongaría durante siglos.
El genio militar y político de Cortés lo impulsó a buscar del otro lado del territorio de la Nueva España una ruta a los mares del sur, que nunca encontró, tarea en la que invirtió casi toda su fortuna. Sin embargo, descubrió el Golfo de California o Mar de Cortés -jurisdicción mexicana-, Manzanillo y Salagua, el Puerto de Navidad (hoy Barra de Navidad), y otras costas como las de Oaxaca y algunas de la hoy Centroamérica.
Durante el virreinato, hasta principios del siglo 19, años antes de la independencia, el Golfo de México fue llamado Seno Mexicano o Seno Mejicano. Seno es sinónimo de golfo.
Oficialmente, la Organización Hidrológica Internacional estableció el nombre de Golfo de México al espacio marítimo cuyos límites son, al oriente, Cuba, y al sureste Cabo Catoche (mexicano), y al occidente y noroccidente de sus aguas los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, y al norte los estados de Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida.
Por mucho que sea el capricho delirante de Trump, por intenso que sea su despropósito histórico y geográfico producto de su ignorancia, el Golfo de México seguirá llamándose Golfo de México en nuestro país y en el mundo, con excepción de Estados Unidos.
(Foto: vista aérea de la costa del Golfo de México.)