** Tuvo posesión del balón y no supo qué hacer con él ante la débil Nueva Zelanda.

México goleó ayer 3 a 0 a Nueva Zelanda, en el primer partido de preparación del ciclo de Javier El Vasco Aguirre, el tercero para él en su trayectoria de entrenador.

Ante un equipo débil, México tuvo el balón y dominio territorial la mayor parte del partido, pero no supo qué hacer con él. Al Tri le sigue faltando creatividad e inteligencia en la media cancha y capacidad de definición en el área del rival. Abajo no tuvo mayores problemas por la casi inocencia de los neozelandeses. Tendrá una prueba más dura el martes, ante Canadá, que ayer derrotó a Estados Unidos 2 a 1.

Marcó primero Orbelín Pineda, al minuto 5, tras un rechace y combinaciones en el área… y una pequeña ayuda del arquero rival. El segundo al 53 fue del Chino Huerta, un minuto después de ingresar por Quiñones, aprovechando un buen pase de Romo, quien al 57 se incorporó pleno al ataque para anotar el tercero.

Salvo chispazos breves, sin toque de larga posesión, sin claridad en armar ofensivas, con delanteros como Quiñones, Giménez y Henry Martin, que entró de relevo, carente de un cerebro lúcido en la media cancha, México no se diferenció mucho de las versiones de los últimos años, Mundial de Qatar incluido, y aún no ilusiona a la afición.

Por cierto, el mercado de aficionados de Estados Unidos parece no ser ya el cautivo de antes. Al Rose Bowl, que tiene un aforo de más de 100 mil butacas, asistieron 25 mil, según el dato oficial. Es la más clara respuesta al hecho de que la selección ha decepcionado.

El Vasco tiene una ardua y larga tarea: agenciarse del escaso talento disponible, establecer un sistema de juego y variantes y convencer a los jugadores de aplicarse y despertar… o deshacerse de quienes no rindan, que son varios.