Miguel Acosta Vargas

Agenda Política

El Tribunal Electoral del Estado de Colima decidió ayer ordenar la cancelación del registro del señor Benjamín Alamillo como candidato a diputado por el principio de representación proporcional por el partido Movimiento Ciudadano (MC).

Tal decisión fue derivada del hecho de haber presentado una constancia de residencia cuya veracidad fue desmentida por la propia autoridad emisora: la Secretaría del Ayuntamiento de Minatitlán.

El señor Benjamín Alamillo es el delegado del Comité Ejecutivo Nacional de MC en Colima y, según la autoridad municipal referida, abusó de la buena fe de dicha autoridad y dio datos falsos sobre tiempo de residencia en el municipio de Minatitlán.

Días antes, el señor Alamillo se había molestado porque la presidente del Tribunal Electoral del estado de Colima, la señora María Elena Díaz Rivera, al referirse a lo contenido en el expediente de la señora candidata de MC a la presidencia municipal, la señora Elia Margarita Moreno González, lo describió como “lleno de mentiras”.

Hoy, nuevamente, las mentiras afloraron en otros expedientes del partido Movimiento Ciudadano y, valga la paráfrasis, ahora sí puede responderse a la señora Elia Margarita Moreno González: tiene razón. En MC no son iguales a otros partidos y ya lo probaron en demasía en este proceso electoral. Son varias las candidaturas rechazadas en el Tribunal Electoral del estado de Colima.

Facta non verba. Hechos, no palabras.

¿También ahora se irán a Toluca? 

Veremos y opinaremos.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.  La guerra de lodo está en punto más alto. Sólo deseo recordar un hecho newtoniano: mientras más suba, a más gente bañará. La mezcla de hechos falsos y verdades a medias es lo prevaleciente hoy en día en los grupos de WhatsApp, Telegram y Facebook. Reitero: los hechos comprobables, no importa su dureza, resultan ser la mejor arma. Sin embargo, abundan quienes pretenden, mediante amenazas abiertas o medianamente veladas, obligar a los políticos, a los candidatos, a voltear a verlos y darles su respectivo chayote.

2. ¿Por qué temen tanto a la palabra abierta? Bertolt Brecht

3. La política silvestre de la intimidación y la violencia aprendió rápidamente a explotar (valga la palabra) las debilidades de nuestra política institucional. Tiene ventajas: no duda de su título, encuentra respaldos públicos con facilidad, enfrenta un adversario indeciso y confundido. La política del machete, la ocupación violenta y la piedra al vidrio se planta orgullosa, mientras la política de las leyes se avergüenza de su sitio. Por acá la muchedumbre (que a veces se integra con diez vehementes) entrega un certificado de legitimidad automática. Ninguna movilización habla por su trozo de país sino por todos, por la historia y por el futuro. [Jesús Silva Herzog Márquez]