Armando Martínez de la Rosa
** Mayoría morenista ordena acordonar la sede del Congreso del Estado con policías estatales para impedir el ingreso de trabajadores del Poder Judicial de la Federación. ** Sólo permitió entrar a sus porristas.
Los diputados morenistas y sus aliados en el Congreso del Estado ordenaron acordonar la sede legislativa con policías estatales ayer, cuando se discutió y votó la minuta enviada por el Senado sobre la reforma judicial.
Por tratarse de una reforma a la Constitución federal, además de las 2 cámaras del Congreso de la Unión, deben aprobarla al menos 17 legislaturas estatales. Ayer, el Congreso del Estado de Colima votó 18 a favor y 5 en contra la minuta.
Los manifestantes acudieron a la Plaza de la Bandera, afuera de la sede legislativa. Se encontraron con vallas de metal antes de la escalera de acceso. Luego, delante de la puerta, decenas de policías antimotines con toletes y escudos cerraban el paso a cualquiera que intentase ingresar al recinto legislativo donde se llevaba a cabo la sesión de los diputados, presidida por la expanista Priscila García, esposa del también expanista Francisco García, secretario de Fomento Económico del gobierno estatal.
No dejaron ingresar a los trabajadores y funcionarios del Poder Judicial Federal en Colima, pero los diputados sí permitieron el acceso de sus partidarios, porristas que abuchearon a los diputados que votaron contra el dictamen de la reforma judicial. En el recinto había espacio de sobra para los manifestantes.
Cuando algunos trabajadores y funcionarios del Poder Judicial quitaron las vallas metálicas y trataron de entrar al recinto, los policías los agredieron. Los empujaron con los escudos, los golpearon con toletes y a otros los tomaron del cuello y los tiraron al suelo. Un magistrado de apelación fue herido en el rostro. Un manifestante despojó del tolete a un policía. Otro agente intentó tocar los pechos de una mujer y la empujó para alejarla del acceso al recinto y del grupo policíaco.
Hace no mucho tiempo, los diputados morenistas y sus aliados llamaron al recinto legislativo “la casa del pueblo”, y ayer impidieron, con violencia, el acceso a una parte del pueblo que se manifestaba contra la reforma judicial. Tuvieron en las sillas destinadas al público, a incondicionales y porristas.
No es la primera vez. También usaron a la policía estatal para reprimir con gases lacrimógenos y golpes a feministas que se manifestaban afuera del Palacio de Gobierno el 8 de marzo de este año. Sobre ese hecho, el gobierno morenista difundió que las mujeres manifestantes habían agredido a una mujer y un niño, lo que se demostró falso. Esa tarde, muchas personas que se encontraban en el jardín de la Libertad y en los portales del corazón de la ciudad, resintieron los efectos del gas con que las feministas fueron atacadas.
[Foto: Momento en que un policía golpea (centro de la imagen) con un tolete a un manifestante a la entrada a la sede del Congreso del Estado, ayer.]