Armando Martínez de la Rosa

** Perdió 8.2 por ciento de su valor registrado el viernes de la semana pasada.

El peso mexicano ha sufrido esta semana una de las más fuertes devaluaciones respecto del dólar y de otras monedas.

Al abrirse los mercados financieros y bursátiles el lunes, el peso tenía ya una paridad de 16.96 pesos por dólar en la compraventa al mayoreo, es decir, entre bancos.

El cierre del viernes lo ubicó en 18.39 pesos por dólar también al mayoreo o dólar interbancario.

En ventanilla, esto es, al menudeo, la moneda mexicana estaba más depreciada.

La devaluación fue de 8.22 por ciento en una semana, un desplome que no se registraba desde el inicio de la pandemia.

Esta semana, el peso mexicano fue una de las monedas más depreciadas en las transacciones comerciales internacionales.

Según los expertos, el desplome se debió al resultado de las elecciones presidenciales.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, tuvo que dar la cara a la devaluación para serenar los mercados, pues también el efecto fue resentido en las cotizaciones bursátiles, donde las empresas más afectadas -pero no las únicas- fueron Banorte, Banco del Bajío y la minera Peñoles, una de las más fuertes del sector. Las pérdidas en las cotizaciones de la Bolsa de Valores fueron de 3.9 por ciento, un desplome tal no se registraba desde diciembre de 2022.

Ramírez de la O informó que se respetaría la autonomía del Banco de México. El banco central establece la paridad y ha maniobrado largo tiempo para mantener el peso con una baja paridad frente al dólar, al grado de motejar la divisa mexicana superpeso.

Para bajar el precio artificialmente, el Banco de México ofrece subastas de dólares, aunque es una medida extrema y de relativa corta duración. El monto de las subastas depende de las reservas que esté dispuesto a abaratar el banco.