Héctor Sánchez de la Madrid
En solfa
A dos semanas (29 de mayo) de que concluyan las campañas presidenciales y a 18 días (2 de junio) de la elección de la primera mujer presidenta de la República, el domingo próximo se efectuará el tercer y último debate entre las dos aspirantes con posibilidades reales de ganar, Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz, además del palero Jorge Álvarez Máynez, que entró para ayudar a la candidata oficialista.
El encuentro se dará en un entorno nacional de violencia generalizada que no es aceptado por el presidente Andrés Manuel López Obrador ni por la aspirante presidencial y representante del político tabasqueño, del partido Morena que le pertenece y de la 4ª transformación que impulsa, al igual que en un ambiente en el que la ley electoral es violada cotidianamente por el mandatario que la debería guardar y hacer guardar.
El tercer debate será la última oportunidad que tiene la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez, de destruir políticamente a la representante del lopezobradorismo, Claudia Sheinbaum, para lo cual deberá ignorar y dejar de referirse a ella, porque en realidad no existe, y destrozar, hacer añicos a las políticas catastróficas y dictatoriales del presidente, de las violaciones constitucionales y legales que ha cometido, del control descarado del Poder Legislativo que ejerce, de los ataques constantes al Poder Judicial cuyos Ministros y Ministras honorables no se doblan, empezando por la valiente presidenta Norma Lucía Hernández Piña, al igual que la corrupción que lo rodea y según él no existe.
A 18 días de los comicios presidenciales la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, no ha presentado ideas y propuestas propias, solamente ha ofrecido construir el segundo piso de la 4ª transformación, cuando el primero está inconcluso y ha sido un fracaso, para muestras cito el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el Tren Maya que ninguno funciona adecuadamente. La refinería de Dos Bocas que no ha refinado ni un litro de petróleo, es un botón más del fallido gobierno.
Las violaciones evidentes a la Constitución federal, al estado de Derecho, cometidas por el mandatario López Obrador han sido constantes a lo largo de su régimen, sus frases de que “no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”, o que “por encima de esa ley (sobre datos personales) está la autoridad moral, la autoridad política del presidente”, pertenecen a la sarta de sus vergonzantes soliloquios mañaneros.
Durante la campaña electoral por la presidencia de la República, la estoica Xóchitl Gálvez ha sido asediada, vilipendiada, asechada, injuriada, difamada y calumniada como ninguna otra candidata o candidato en la historia de México, pero no por sus contrincantes que tienen derecho a dar la pelea dentro de los términos legales, sino por el mismo presidente López Obrador y su gobierno de cuarta. Vergüenza debería darles, pero como no tienen ni la conocen, les vale un bledo.
Xóchitl puede y debe hacer pedazos a la representante del Mandatario federal, de Morena y la transformación de 4ª señalando los principales yerros de la primera y espero que sea la última administración federal de color guinda, sustentando con ejemplos claros, con pruebas en la mano, con datos duros, el desastre que ha causado en nuestra nación a quien pudiéramos llamar “El Quinto Jinete del Apocalipsis”, que es peor que el hambre, la guerra, la peste y la muerte de la gran novela del escritor español Vicente Blasco Ibáñez, “Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis”.
Nada hay peor que ignorar al rival, que fue lo que hizo Claudia con Xóchitl en los dos debates anteriores, faltando a la elemental regla de educación y la principal razón de una confrontación de ideas, de propuestas y de compromisos ante el auditorio nacional de televidentes. La soberbia, la altanería de la representante del mandatario y las huestes de fanáticos que lo veneran la hicieron que cometiera la majadería, también por la estrategia diseñada de que no se enganchara con su adversaria porque le daría una tunda.
La favorita del maestro tabasqueño, sin querer, le enseñó el camino a la gran mexicana que cautivó a millones de mujeres y hombres, de adultos, de jóvenes que vieron, algunos por primera vez, a una señora sonriente tocar las puertas de Palacio Nacional buscando al presidente de la República para entregarle la orden judicial que le ordenaba darle a ella el mismo espacio en la conferencia mañanera y pudiera así contestarle la falacia de que estaba contra los programas sociales. Al cerrarle las puertas de Palacio Nacional le abrió las de millones de mexicanos que comenzaron a apoyar a la futura presidenta de México.
El tema de Seguridad Nacional que se tocará en el tercer debate le permitirá a Xóchitl desnudar al presidente López Obrador por su política de “abrazos, no balazos” a los criminales que han cometido más de 187 mil homicidios dolosos durante los 5 años, 5 meses y 15 días que dura su mandato sin la mínima reacción de la máxima autoridad en el país para tratar de frenar la ola de violencia y ponerle un alto a los delincuentes que gozan de impunidad y al parecer de protección de las mismas autoridades. Mucha tela de donde cortar tendrá la candidata de la oposición en el último encuentro.
El domingo es el día de la verdad para Xóchitl Gálvez, quien tiene que sacar la casta que le sobra, de echar lo mucho que trae dentro y le ordene su inteligencia y su corazón, no cabrán pretextos ni excusas, sabemos que la candidata oficialista y predilecta del mandatario Andrés Manuel tiene el apoyo del gobierno federal y los estatales de Morena, así como de la prensa comprada o timorata, al igual que de los millones de chairos y de quienes permanecen escondidos, o les interesa un rábano lo que está pasando y más grave aún, de lo que puede suceder, que el inminente 2 de junio se reelija, interpósita persona, el presidente más autocrático que hayamos sufrido en nuestra historia.