** La psicóloga duranguense Anahí Villagrán impartió una conferencia a estudiantes de Turismo de la UdeC.

Un buen profesional debe ser también un excelente ser humano, afirmó la sicóloga Anahí Villagrán Arzola, en conferencia.

Impartió la conferencia: “Potenciar el talento mexicano en el extranjero”, en la Red Global MX Capítulo España y la Universidad de Colima, a estudiantes y profesores de las facultades de Turismo y Gastronomía campus Manzanillo, y de Turismo campus Villa de Álvarez.

Villagrán es egresada de la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Durango, profesora universitaria en nivel de licenciatura y posgrado en materia de recursos humanos en modalidad presencial y a distancia entre México y España. Actualmente, forma parte del Departamento de Recursos Humanos y del Departamento de Seguridad Ocupacional en el Corporativo de Grupo RIU Hotels & Resort, con sede en Palma de Mallorca, España.

Definió al talento en el área de recursos humanos como la convergencia que existe entre habilidades, capacidades y conocimiento, la experiencia de una persona y su aptitud innata. Afirmó que el talento no sólo implica habilidades técnicas, sino también inteligencia emocional, autoconciencia, autorregulación, empatía, habilidades sociales y motivación.

“Los conocimientos y habilidades técnicas son importantes -añadió-, pero ahora buscaremos otro tipo de ‘plus’, pues no podemos hablar de un talento mexicano que se prepare para México sino para una competencia a nivel global”, expuso. Además, continuó, “el éxito profesional es importante, pero debe estar acompañado del éxito personal y la preocupación por el prójimo”.

“Aspiremos a ser buenos profesionales, a ser personas honestas, íntegras, respetuosas de los demás, buscando construir una mejor sociedad; espero que esto no se vea meramente como palabras bonitas, sino que se convierta en nuestro quehacer y búsqueda una vez que nos incorporamos al terreno laboral”, resaltó. Para ser un buen profesional, enfatizó, “hay que ser un excelente ser humano y enfocarse en trabajar el ser: quién soy, cuál quiero que sea mi misión, buscar una visión como profesional y tener claro mis valores, qué sí quiero y qué no, y con qué tipo de cultura de empresa puedo encajar”, detalló.

Los buenos profesionales, continuó, “son comprometidos, tienen pasión y alegría, saben reconocer y potenciar el talento de sus estudiantes; son líderes y se convierten en nuestros porristas. Algo que nos dicen o deberíamos pensar que nos lo dicen es: si no sabes, te enseño; si no puedes, te ayudo, pero si no quieres, no hay nada que pueda hacer por ti”.

Sostuvo que el talento mexicano tiene la obligación de convertirse en embajador de México en el extranjero: “Tendremos momentos complicados y vamos a querer flaquear, pero que no se nos olvide que tenemos una responsabilidad con nuestro país”, enfatizó. En una encuesta realizada con compañeros de trabajo sobre qué piensan del talento mexicano, precisó, “nos consideran profesionales, trabajadores, con calidez y trato humano, responsabilidad, resiliencia y adaptabilidad, creativos, cooperadores y leales”.