** Sin creatividad ofensiva, ausentes las transiciones, inciertas las salidas, México volvió a exhibir sus carencias futbolísticas.
Tan aburrido fue que parecía más una “mañanera” que un partido de futbol se selecciones nacionales. Anoche, México y Canadá empataron a 0, en juego de preparación.
Con una alineación con 6 jugadores que no actuaron contra Nueva Zelanda y una formación táctica similar a la anterior, el equipo del Vasco Aguirre mostró de nuevo su falta de creatividad ofensiva, ausentes las transiciones ordenadas, inciertas las salidas que con frecuencia se convirtieron en saltos de líneas, solitario y sin balones Giménez (lo mismo le ocurrió a Henry Martin cuando entró al relevo), y éste sin conexión con el punta detrás, México tuvo sólo chispazos, leves destellos individuales, como los del Chino Huerta y Romo, y unos centrales que cumplieron, aunque les llegó poca chamba. Destacable en la zaga es la aparición del central Toro Guzmán, un buen defensa.
Canadá dominó los primeros 20 minutos, pero el juego recio, a veces sucio, de los mexicanos los ablandó y terminaron igualmente perdidos, con sólo un peligro real, un testarazo a la base del poste que Malagón atajó mostrando alto nivel.
Sí, corrieron, se esforzaron, lucharon, pero sin orden, sin idea futbolística y, sobre todo, sin eficiencia.
Largo trabajo le espera al Vasco para que la selección funcione bien y salga a relucir el talento, que tampoco es mucho y cuya limitación es el problema fundamental del Tri.
El público mexicano en Estados Unidos calificó de antemano a la selección, dejando las tribunas semivacías, 30 mil, según cifras oficiales, mucho menos según los comentaristas críticos. Por segunda vez consecutiva, la gallina de los huevos de oro no puso.
(Foto: La atajada de Malagón.)