Armando Martínez de la Rosa
** La señala por familiares suyos relacionados con el narcotráfico.
La reportera de espectáculos Patricia Ramírez González fue asesinada ayer con arma de fuego cuando se encontraba en su negocio de venta de comida, en la calle Gabino Barreda, frente al edificio que fue del periódico Ecos de la Costa, en el centro de la ciudad.
Ramírez González firmaba sus notas con el nombre de Paty Bunbury y publicaba en un portal on line. Además del periodismo, se dedicaba a la venta de alimentos en un negocio propio. Era estimada por sus colegas.
Ante la protesta de los periodistas de Colima y la exigencia de éstos a la gobernadora Indira Vizcaíno Silva de aclarar el caso y castigar a los responsables, la Fiscalía General del Estado difundió anoche elementos de la investigación -que son obligatoriamente secretos- en que revictimiza a la víctima.
En una tarjeta informativa, la Fiscalía refiere datos de familiares de la reportera supuestamente relacionados con el narcotráfico que vivían con ella en la segunda planta de su negocio.
Según ese documento de la Fiscalía, “testigos refieren que la víctima vivía en la segunda planta del establecimiento, al igual que algunos de sus familiares directos”.
Y añade: “La hermana de la víctima, de nombre Gabriela ‘N’, fue detenida en abril pasado con más de 200 dosis de droga sintética y dos armas de fuego, junto a un hombre que ella identificó como su pareja sentimental. Un juez les (sic) dejó libres tras esa detención. El hombre que la acompañaba en dicha detención fue asesinado en mayo pasado y en diversas carpetas de investigación es mencionado como integrante de una célula de un grupo criminal con presencia en la zona conurbada de la capital colimense. En la segunda planta de la lonchería fueron encontradas diversas dosis de estupefacientes”.
La Fiscalía no señala directamente que la reportera estuviera relacionada con la venta de drogas y en cambio señala a sus familiares que vivían con ella, como si tratase de atribuir el crimen a esas actividades y como si éstas -suponiendo sin conceder- justificaran el asesinato.
Luego conjetura sobre las causas del crimen: “Ninguna de las líneas de investigación en las que se trabajan (sic) con los datos de prueba recabados hasta el momento tiene relación con las funciones como reportera de espectáculos que ocasionalmente ejercía la víctima para un sitio web en el estado”.
Con todo, la Fiscalía no emitió una sola palabra sobre los autores del crimen.