Armando Martínez de la Rosa

Despacho Político

Premios gubernamentales a candidatos perdedores, nombramientos generadores de suspicacia, cuentas de redes sociales hackeadas y la retórica de la construcción de la paz en Colima forman un espectáculo entre la pachanga política y el drama del derramamiento de sangre.

Ayer, la gobernadora Indira Vizcaíno Silva anunció el nombramiento de directora general del DIF a Rosario Silva Verduzco, quien ocupó la segunda candidatura de representación proporcional por el Partido Verde y no alcanzó curul.

La mandataria dio a conocer, también ayer, la designación de Katia Paola Vázquez Solórzano al cargo de subsecretaria de Educación y directora general de la Coordinación de Servicios Educativos del Estado de Colima. La nueva funcionaria es hija de Hugo Vázquez Montes, quien fue tesorero del gobierno del fallecido Silverio Cavazos y hermano del también extinto exgobernador Gustavo Vázquez Montes. Y lo mejor para él en estos días: es compadre de Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, padre de la gobernadora.

En otros terrenos, la presidenta del PAN, Julia Jiménez, informó que su cuenta personal de Facebook ha sido hackeada y pide no tomar en cuenta lo que ahí se publique. Trabaja ya en la recuperación de tal cuenta. Le conviene aprender medidas de seguridad cibernética, pues está expuesta, como mujer de actuación política, a los ciberataques.

Tómese en cuenta algo: si hackearon a la Secretaría de la Defensa Nacional, sabemos a qué estamos expuestos los demás.

Días atrás, con el argumento de que en la Secretaría de Salud las funciones más importantes son las administrativas, la gobernadora intentó justificar la designación de Víctor Torrero en la titularidad de la dependencia. Así que por encima de las funciones de salud pública está la administración.

Recordemos que semanas atrás, cuando hizo crisis la escasez de medicamentos, insumos y equipo del Hospital Regional y el resto de clínicas públicas del estado, el gobierno, presionado por la opinión pública y los trabajadores de esas instituciones, compró medicinas por 47 millones de pesos a crédito. ¿Mera casualidad el nombramiento de Torrero o su misión será cuadrar las cuentas de Salud a como dé lugar?

Lo cierto es que, dicho por la propia Vizcaíno Silva, los servicios médicos pasaron a segundo término.

Y mientras la mandataria anunciaba, como frecuentemente lo divulga, su reunión en la Mesa para la Construcción de la Paz en Colima, la joven Martha Verdía era asesinada en la colonia Los Ángeles, de la capital del estado. Ella era hija de Cemeí Verdía, líder de las autodefensas de Ostula, Michoacán.

Los hechos arriba descritos, nos corroboran que hay dos Colimas. Uno, el fantástico que imagina el gobierno estatal en su burbuja de propaganda ingenua, y otro, el de la realidad de violencia y sangre, que simula no ver el gobierno transformador. Transformador, digo, porque transformó al estado en un infierno.