Armando Martínez de la Rosa

** Pierde con Monterrey 1 a 2, empata el global 2 a 2 y pasa por mejor posición en la tabla. ** Estuvo a punto de otra cruzazuleada.

Con apuros, pidiendo el silbatazo final, con los fantasmas de las cruzazuleadas rondando la cancha, Cruz Azul llegó a la final del Clausura 2024 de la Liga Mx.

Aunque perdió 1 a 2, los cementeros entraron a la final porque el empate en el global (2 a 2) les dio el pase por mejor posición en la tabla, en que fueron segundo lugar.

Ahora irán el jueves en su estadio a las 8 o 9 de la noche, y el domingo el definitivo en el Azteca, contra el América, a las 8 de la noche.

Fue un juego de fallas en puerta, de yerros defensivos y desperdicio de oportunidades de ambos equipos, pero más por los Rayados.

Los primeros 20 minutos, Monterrey se mantuvo replegado por la presión alta del Cruz Azul, que le complicó la salida y lo obligó a saltar la media cancha con balonazos por lo alto.

Luego se equilibraron. Monterrey avanzó líneas y tuvo al menos 6 oportunidades claras de gol: 2 de Berterame sólo ante el guardameta y falló. Una más a la cuenta de Vázquez. 2 de Aguirre y una a 3 metros de la línea de gol que Gallardo voló.

Los cementeros fallaron 2 claras que atajó Andrada, pero al minuto 61 marcó Sepúlveda el 1 a 0 (2 a 1 global) que parecía visado a la final.

Para el segundo tiempo, reaccionó Ortiz y mandó a la cancha a Aguirre y al Tecatito Corona. Este último cambió la cara del conjunto norteño, desbordó por la derecha cuanto quiso, centró como en entrenamiento pero sus compañeros fallaron.

Tras el tanto en contra, Rayados presionó más y al 67 Berterame puso el 1 a 1 y el 1 a 2 al 73, para el 2 a 2 global. Le faltaba un tanto para llegar a la final. Al 69, Ortiz había ingresado a Gallardo por Arteaga y a Romo por Cortizo, para jugarse todo por todo.

Al 75, Anselmi bajó la cortina y mandó a Mateo Levy por Sepúlveda para cortar la línea hacia Tecatito y a Ditta por Charlie Rodríguez, para reforzar la defensa en 2 líneas de 5 y 4.

Monterrey se volcó a la puerta de Cruz Azul y falló 2 veces. La presión era tan alta y constante que en el rostro de algunos cementeros la preocupación era evidente: los fantasmas de otra cruzazuleada se les aparecieron. Estuvieron a punto de sucumbir, pero los Rayados no encontraron el modo. Pudieron en el primer tiempo irse adelante, pero ratificaron la conseja del futbol: el que perdona pierde.

(Foto: Vestidor del Cruz Azul después del partido de anoche.)