Armando Martínez de la Rosa

Despacho Político

Todo mundo en Colima sabe que Viridiana Valencia Vargas es tecomense, que allá ha residido y es diputada local por un distrito de ese municipio colimense.

Quiso ser candidata a presidenta municipal de Colima por Morena y lo fue por unos días, luego de que el Comité Municipal Electoral de Colima validó su candidatura arguyendo que cumplía los requisitos de ley, a pesar de ser eso una falsedad. (¿Tiene capacidad jurídica ese comité para tomar resoluciones correctamente?)

La clave fue la constancia de residencia. Valencia Vargas reside en la ciudad de Colima desde hace un año aproximadamente, tiempo insuficiente para sus aspiraciones. La Constitución y el Código Electoral establecen que para ser alcalde se debe ser nacido en el municipio o, en caso de nacimiento en otro lugar, se debe probar tener al menos 3 años de residencia en el municipio que se pretende gobernar previos a la fecha de la elección.

Hace 3 años, Viridiana Valencia solicitó una constancia de residencia de Tecomán, y la recibió. Resulta absurdo, consideró la Sala Regional de Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ayer, al analizar y sentenciar el caso, que se pronto, unos días después de la entrega de tal constancia, se haya mudado a Colima. La residencia en Colima de la hoy excandidata nunca fue debidamente probada. Y así no hay cómo.

A esa instancia, la de Toluca, apeló Valencia Vargas tras el fallo del Tribunal Electoral del Estado que le había sido adverso. Ahora, el asunto es caso juzgado.

A Morena, la Sala de Toluca le dio un plazo de 24 horas a partir de la notificación del fallo adverso, para sustituir a la candidata. Tal plazo se vence hoy por la mañana. Hay versiones diversas de quién la sustituirá. Una de esas indica que sería Leoncio Morán, quien ha sido 2 veces alcalde de Colima… por el PAN. Locho amplió el rechazo ciudadano cuando recientemente emigró desde Movimiento Ciudadano a Morena para salvar la zalea por el delito de peculado de 50 millones de pesos desviados de cuotas de retenidas a los trabajadores municipales pero no entregadas al Instituto de Pensiones del Estado de Colima. Es el mismo delito de que acusan al exgobernador Ignacio Peralta Sánchez y a su exsecretario de Finanzas, Carlos Noriega, esposo de Margarita Moreno, candidata de Movimiento Ciudadano a reelegirse en la alcaldía de Colima.

Morena ha indultado a Locho, pero aún mantiene el litigio contra Peralta y Noriega. Ah, pero los morenistas se quejan del Poder Judicial y de la justicia torcida. Su lema es “hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”.

Todavía, la ley es la ley. El riesgo de la legalidad es que el poder Ejecutivo controle al Poder Legislativo y al Poder Judicial. Tal es la esencia de las dictaduras. Como pretenden apoderarse de todo -incluso de propiedades-, necesitan controlar todos los poderes.

(Para los marxistas de ocasión que pululan en Morena y defienden la nueva “constitución” propuesta por su mandamás, Andrés López, y quieren apoderarse hasta de las casas de la gente y volverlas “concesiones”, habrá que explicarles otro día la diferencia abismal entre propiedad privada de los bienes de producción y propiedad privada de los bienes de uso, y esto último incluye las casas, otros valores y hasta los calzones. Ah, pero se sienten los grandes revolucionarios desmadrando el país. En otra columna me ocuparé de ese asunto.)

Habrá que ver quién sustituye a Viridiana, que habría sido una muy buena candidata, pero incumplía un requisito de ley que intentó saltarse con documentos apócrifos. Debe aprender que la ley es la ley, todavía.