** Tenía 89 años y era emblema de la izquierda de Hispanoamérica.

El exguerrillero y expresidente de Uruguay, José Mujica, murió ayer a los 89 años. Era un emblema de la izquierda hispanoamericana

Nació en Montevideo en 1935 y ahí mismo murió ayer, a una semana de cumplir 90 años.

Fue presidente de Uruguay de 2010 a 2015, y luego resultó electo senador. Antes fue diputado, senador y ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de 2005 a 2008 este último cargo. En su juventud, fue miembro de la guerrilla Tupamaros y luego líder del partido Frente Amplio. Apresado por la dictadura que combatía, fue torturado y encarcelado. En prisión estuvo más de una década y salió libre en 1985, cuando la democracia retornó a Uruguay.

Hombre austero y congruente, siendo presidente se formaba en la fila del Seguro Social como cualquier otro ciudadano a la espera de ser atendido. Manejaba él mismo un viejo Volskwagen que conservó toda la vida. Un jeque árabe le ofreció un millón de dólares por el auto, pero Mujica se negó a venderlo. Con todo, le molestaba que se destacaran esos ángulos de su conducta, pues la asumía como algo normal. Tenía un gran sentido del humor.

Durante su mandato, donó 90 por ciento de su sueldo presidencial -que era de 12 mil dólares mensuales- a organizaciones de ayuda a los pobres y a pequeños empresarios.

En 2020, renunció a la dirigencia política para dedicarse al trabajo político de base.

Se casó en 2005 con Lucía Topolansky, con quien mantenía una relación sentimental desde 1972. Ella fue líder del Movimiento de Participación Popular y vicepresidenta de Uruguay de 2017 a 2020. Fue descendiente de inmigrantes españoles e italianos. Su padre fue un pequeño viticultor que murió en quiebra cuando Mujica tenía 6 años de edad. Hasta su muerte, Mujica se dedicaba a la floricultura.