** Conocer la información es defender la democracia para obtener ciudadanos informados, no sólo es creer en un ‘influencer’, presentador, o la mejor de las redes sociales, porque presentarán la información de tal manera que pueda tener más vistas, dijo Merlyn Schultz durante la charla que ella y el académico tuvieron con estudiantes.

En las redes sociales abunda información de cualquier ideología política, social y religiosa. Sin embargo, es difícil distinguir cuál es cierta y cuál no. Al respecto, José Antonio Granados, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y Merlyn Schultz, cónsul de Educación, Prensa y Cultura del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara, impartieron la Conferencia Desinformación, ayer miércoles, en el auditorio de la Facultad de Derecho.

Antonio Granados externó que la información falsa puede ser de dos tipos: Disinformation y Misinformation (en inglés). “En la primera se comparte información falsa de manera dolosa; es decir, con el objetivo de influir en la opinión de las personas para que crean que es real, mientras que la segunda es un fenómeno involuntario; las personas comparten la nota sólo porque les llamó la atención el encabezado, sin revisar si es real”, mencionó.

La ideología y la propaganda son cruciales en esa circunstancia, pies para ambos ponentes, que cada quien busque información en un solo sentido genera que el algoritmo de las redes sociales se incline a mostrarle información que valide ideas propias, sin dar oportunidad a leer otro tipo de pensamientos.

Lo anterior -continuó- “conduce a uno de los factores más importantes en la era de la desinformación: la polarización. Esto implica que no tenemos un punto medio para sentarnos a dialogar. Esto es un problema de seguridad nacional, porque entonces tomamos un lado de la historia propiciado por la desinformación, y esto hace que nos enfrentemos unos con otros”.

Incluso dijo que la desinformación genera que la población crea que algo que no pasó es real, o que mediante fotografías del pasado se busque influir en el presente, haciendo creer que está pasando. De hecho, dijo, varias investigaciones apuntan a que “el bombardeo de información negativa ya se compara con el estrés postraumático.”

Si bien la desinformación es un fenómeno que no va a detenerse, advirtió, una de las formas con que se puede hacer contrapeso es el pensamiento crítico, esto es, conocer la fuente de la nota leyendo toda la información, no sólo los encabezados. “Revisar si el texto tiene creencias ideológicas para saber desde dónde se está pensando, leer aquellos autores con los que no estemos de acuerdo y reflexionar sobre lo que leemos e investigar sobre ello. Una vez que sepamos hacerlo, podríamos compartir esta información con nuestra familia y amigos”.

De acuerdo con Granados, la desinformación es considera una amenaza mundial, por lo que es importante que cada persona se haga responsable de lo que consume en redes sociales. “No es responsabilidad de la escuela, el gobierno o la ONU, es de nosotros, por eso es fundamental revisar qué es lo que se comparte. Tenemos que ser sujetos activos en la búsqueda de información, revisar fuentes, corrientes ideológicas opuestas y ser críticos”.

La cónsul Merlyn Schultz habló del desafío cotidiano que es la información falsa y lo importante que es que cada persona sepa identificarla o preguntar si algo es cierto. “Conocer la información es defender la democracia para obtener ciudadanos informados, por la seguridad nacional de los países”.

Ahora, añadió, “no sólo es creer en un influencer, presentador, o en la mejor de las redes sociales, porque seguramente presentarán la información de tal manera que pueda tener más vistas. El mejor ejemplo de ello es Tik Tok, que muestra lo que tiene más alcance, sin que se verifique la fuente. Entonces, tenemos que darnos a la tarea de verificar fuentes, y aunque todos tengamos prejuicios es importante detenerlos un momento y darle la oportunidad a otro tipo de pensamiento para contrastar la información”.

También asistieron Luis Alejandro Ahedo, coordinador de medios del Consulado de Estados Unidos en Guadalajara, Ana Cecilia García, directora general de la oficina de Internacionalización y Cooperación Académica, Jessica Cristina Romero, directora de la Facultad de Derecho, y Enrique Chaires Velasco, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

(Foto: La cónsul de Estados Unidos en Guadalajara, Merlyn Schultz, durante su conferencia en la Universidad de Colima.)